22. Peleas y kilómetros.

63 5 0
                                    

Hayley ha estado totalmente concentrada en el trabajo, el golpe duro que Gunther le hizo pasar ha sido un motivo suficiente para que su mente se haya querido someter a horas excesivas de cirugías, emergencias y horas extras. Únicamente la hemos visto para cenar, a veces ni siquiera la vemos. No tiene energía para decir nada, únicamente para comer lo que sea que Alice le haya preparado y caer rendida en la cama para despertarse 5 horas después y seguir con la misma rutina.

Alice y Tim, al contrario, han estado la mayoría de tiempo en casa, Alice ha hecho algunas horas extras con la idea de querer tener vacaciones lo más pronto posible y así celebrar el cumpleaños de Tim a lo grande. Tim llega a la hora de desayunar y se va a la hora de cenar, todos los días. Aunque pareciera interesante, el chico no se ha quedado ni un solo día con Alice, y aunque parece que tienen mucha confianza; todavía se les ve incómodos cuando tocan algo sobre ese tema. Ninguno de nosotros ha hablado con Alice al respecto.

Gunther ha estado casi igual que Hayley, alejado de todos. Especialmente cuando después de que Hayley por fin dijera todo; Alice lo haya encarado como lo hizo... y yo me haya quedado para ver su rostro enrojecer y su salida dando un portazo. Por más que he querido hablar con él al respecto y escuchar su versión de la historia; Gunther se ha encerrado en su habitación la mayoría de veces con la excusa de terminar un programa de investigación a la oncología que Webber le ordenó presentar en alguna junta de cirujanos. Lo único que Jackie ha dicho al respecto es que sea como sea, el chico se ha mostrado dolido.

Aunque Jackie no se ha mantenido mucho al margen de la situación amorosa tan complicada de sus amigos, fue por su propia boca que nos dimos cuenta que él sabía desde el inicio. Y aunque Alice le rogó que le dijera todo lo que había pasado entre esos dos; Jackie se negó rotundamente y a su vez prefirió obsequiarle un regalo para hacerla olvidar, lo cual funcionó a la perfección. Le regaló un retrato perfecto de ella con uno de sus vestidos elegantes. Alice lloró de felicidad y decidió colgarlo en la cocina, donde todos pudieran apreciarlo y llorar de emoción como ella. Ahora cada vez que entro a la cocina miro los ojos oscuros de mi amiga y su rostro refinado devolverme la mirada con las mejillas totalmente ruborizadas. Siempre sonrío al verla, conozco perfectamente lo que significa que Jackie te regale una de sus obras tan preciadas.

Geller y Susan nos han visitado cada vez que pueden, y Susan se ha empeñado en sacarme a pasear cuando tiene algún rato libre... "no quiero que pienses tanto en la distancia como lo hacía yo en mi esterilidad, así que te molestaré siempre que pueda" me había dicho el día después de que Michael se despidió y mi rostro pálido se ocultó detrás de la puerta de mi habitación hasta dos días después de su ida.
Geller ha estado trabajando duro estos días para obtener todo el tiempo libre con el bebé que pueda, quiere estar desde el nacimiento hasta meses después de ello, y aunque odia que Susan salga de la casa; ella se las juega para escaparse y distraerme siempre que puede.
Yo le estaré eternamente agradecida por eso, y planeo crearle el baby shower más precioso que su mente pueda pensar.

Y yo... Dios Santo, no sabría por dónde empezar a describir el ácido amargo que ha sido la soledad de mi cama y de mis horas esperando junto al teléfono alguna llamada proveniente de algún país desconocido. Llamada que aveces llega, y aveces simplemente queda en silencio. Michael se ha tratado de comunicar lo más pronto posible conmigo, y aunque aveces la única voz que escucho por el teléfono es a Frank disculpándose por la ausencia de su jefe; lo único que me alivia al final del día, o incluso en la madrugada, es escuchar su dulce voz consolarme y recordándome lo mucho que extraña los mismos momentos que yo he tenido que recordar para no volverme loca después de que se haya ido, hace 22 días exactos.

No importa cuánto intente concentrarme en otra cosa. No importa cuán sumergida esté en mi trabajo. No tiene ningún significado la distracción; de la mente no te escapas ni cerrando los ojos, y su vacío me ha incompletado tanto que siento una parte de mi inerte desde que me dió aquel beso de despedida en la puerta del departamento.

Sanando Heridas/Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora