Hayley
El tiempo parecía detenerse, el silencio fue devorando cada atisbo de tranquilidad después de que Gwen haya pronunciado esas palabras cuando sus ojos lograron enfocar la figura que tenía frente a ella. Jenna se movió hasta llegar junto a mi, incómoda. Podía escuchar sus gritos internos y su desesperación.Yo sabía que así no quería ella que las cosas pasaran. Ninguno de nosotros lo quería así. Pero ahí estaba, y no podíamos hacer nada.
Fuimos testigos de cómo Michael estudió el rostro de Gwen y de cómo su expresión fue cambiando poco a poco cuando se dio cuenta de las facciones familiares con Jenna. Nadie le enseñó su rostro nunca, pero su parentesco era más que claro.
Se había dado cuenta de quién era su hermana.
Entonces sus ojos grandes y cafés se abrieron más, y su cara palideció. No eran nervios, ni timidez, parecía miedo. Confieso que jamás le había visto con esa expresión en su mirada.
—¿Gwen?—se animó a decir Jenna, acercándose poco a poco, pero su hermana no apartó la mirada de Michael. Y para terminar de hacer más incómodo el momento, sus ojos grises le estudiaron de pies a cabeza, con una lentitud asesina que me puso incluso a mí los pelos de punta.
Jenna suspiró hondo cuando los ojos de su hermana por fin terminaron en su rostro.
Pero Gwen no respondió. Ni siquiera se movió.
No se veía asombrada, ni emocionada, ni tampoco se veía molesta. Lo cual lo hacía peor, ya que ni siquiera podíamos adivinar su próximo movimiento.—m-mucho gusto.—Michael estiró la mano vacilante hacia adelante, esperando que Gwen respondiera. Pude sentir como cada uno en esta habitación hizo una mueca de nervios, Susan incluso puso su mano en la frente de forma automática.
La mano de Michael siguió extendida, porque Gwen ni siquiera se inmutó. Y todos sabíamos que no lo haría.
Jenna por fin se movió, como si su cuerpo se hubiera dado cuenta de donde estaba, y terminó de pie junto a Michael.—él es la persona que quería que conocieras, ¿recuerdas?—la mano de Jenna se movió hasta el hombro de Michael, y su hermana siguió ese movimiento con sumo detalle.
Todo estaba tan silencioso, que ni siquiera podía empezar a explicar lo incómodo que se veía desde aquí, a unos cuantos metros de la puerta. Necesitábamos ruido, o darles algo de privacidad, pero ninguno era capaz de moverse.
—no me quedaré, tengo cosas que hacer, solo vine a verte y saludar...—pronunció Gwen, seca. Después sus ojos se dirigieron hacia Michael y frunció el ceño.—no te presentes como si esto fuera tan normal.—escupió de forma irónica, él dejó caer su mano a un costado de su cuerpo y su rostro se tornó totalmente rojo.
—¿de qué hablas?—protestó Jenna.
—te diré de qué hablo...—Gwen achicó sus ojos, y sus manos se fueron detrás de su espalda.
Todos sentíamos la habitación vibrar, y la mirada de Jenna hacia su hermana era como si en algún momento se le fuera a tirar encima.Algún vez yo tuve esa mirada hacia Alice, y si bien lo nuestro terminó bien; lo de ellas podría simplemente terminar. Alice me devolvió la mirada rápida que le dirigí, y entendió mi pensamiento como si hubiera un hilo entre nuestras mentes.
Su cara también palideció.
Aunque el tiempo parecía pasar más lento, Jackie y Gunther de pronto aparecieron detrás de Gwen justo cuando ella iba a abrir la boca para seguir hablando. Los dos tenían un rostro de confusión que tampoco había visto con mucha precisión. Jackie fue el primero en entrar, y su sonrisa al mirar a Michael se fue desintegrando hasta que su mirada captó a Gwen, y ella por supuesto ni siquiera le dirigió un vistazo. Estaba muy ocupada asesinando a su hermana con la mirada.
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Sanando Heridas/Michael Jackson.
Підліткова літератураDescubre lo que Jenna tiene para decirte de nuestro cantante favorito. La historia está tomando fecha y lugar en el inicio de la Bad era, donde Michael inicia su Tour en las afueras del país, y Jenna le conoce en una de sus muy frecuentes visitas de...