30. Colisión

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Consejo de la autora: recuerda que la novela es +18, consciente a eso si quieres abandonar el barco aquí o saltarte esta capítulo no te preocupes, no hay problema... y si por otro lado quieres seguir aventurándote; te recomiendo que antes de leer este capítulo busques la traducción de la canción: «Streets» de Doja Cat, y al llegar el momento correcto del capítulo la reproduzcas. Buena suerte ;)

Narra Hayley

El chico divertido y enérgico que yo conocí ya no está.—pegué más mi oreja a la puerta de vidrio de la oficina de Jackie.
—¿qué estás haciendo?—Alice me tomó desprevenida, y me dio un susto de los mil demonios. Me miraba con ese gesto que hacía cuando quería gritarnos y no podía.
Le hice una señal de silencio en los labios.
—metió a otra chica diferente, es la tercera en menos de una semana.—susurré, complacida de ver el resultado de asombro en el rostro cuidado de mi mejor amiga.
Le hice un ademán de acercarse a la puerta.
—el chico divertido que conociste no te hubiera dado un aumento.—respondió Jackie.
Me tapé la boca para no reírme. Después solo escuchamos silencio. Un aumento, carajo. Les paga a sus enfermeras para cogerselas. ¿Qué tan antimoral puede ser eso? Si el jefe se diera cuenta...
—¿tercera?—Alice arrugó la nariz, la mirada se le llenó de asco.—a este ritmo Jackie va a conocerle el trasero a todo el hospital.
—puede darle una enfermedad sexual, sífilis o...
Las dos fuimos jaladas hacia adelante con fuerza. Y caímos en traspié delante de las dos figuras dentro de la oficina pequeña.
—Wendy.—Jackie miró a la tipa con los ojos engrandecidos y las mejillas regordetas muy, muy rojas.—¿nos das...?
—si, doctor.—el uniforme le quedaba muy ajustado, tanto que si se inclinaba se le podía romper media parte superior de su camisa.
Nos miró de reojo y nos rogó con una mueca de complacencia que no dijéramos nada al respecto. Alice solo respondió con una sonrisa payasa.
—eres un cerdo de mierda.—murmuré cuando la chica cruzó el umbral y cerró la puerta a su paso.
—y ustedes unas chismosas viejas de patio, ¿que creen que hacen?
Tiró sobre la mesa una ficha clínica.
—"el chico divertido y enérgico que yo conocí ya no está"—le hice ojitos de mujer barata y cambié mi voz a una chillona y entretenida. Jackie se puso la mano en la frente.
—"el chico divertido que conociste no te hubiera dado un aumento"—respondió Alice, imitando la voz gruesa de Jackie, quien bufó y escondió la sombra de una sonrisa.
—¿le das dinero a tus enfermeras para cogertelas?
—¿qué? Wendy, pidió un aumento para pagar su renta. Solo por estos tres meses antes de que se mude.—Jackie levantó sus cejas, fastidiado.
—¿desde cuándo el hospital paga nuestras rentas?
—desde que sus cirujanos follan a las enfermeras.
—si vienen a esto, largo.
—agh, pasas tanto tiempo con la hermana fastidiosa de Jenna que te estás empezando a parecer a ella.—gruñó Alice, y le tiró a Jackie un papeleo.

Suavizó su rostro, pero sus músculos se tensaron. Yo sonreí, la mera mención de su nombre lo pone como un diablo.
—papeleo, la molesta ex esposa de Gregory nos obliga a hacer el trabajo de los internos.
Jackie se burló.
—parece que cogerse a las enfermeras y dar un aumento por ser el jefe de un departamento no está tan mal después de todo.
Rodee los ojos.
—si quieres excusar tus...—Alice le pintó un dedo.—acciones de prostitución, al menos haz algo por nosotras y despide a esa bruja.
—me siento tentado, pero me es imposible llevarle la contraria a Webber. Ni siquiera Gregory pudo, a pesar de ser su favorito. Solo faltan unos días y ella se va.
—y Jenna regresa.—añadí, pensando en lo que mi mejor amiga podría estar haciendo en estos momentos.

El silencio de la habitación me indicó que todos estábamos haciendo lo mismo.

—¿no han contestado las llamadas?—murmuró Jackie, como si ya supiera la respuesta y la odiara.
Era triste que no supiéramos en qué momento Jenna regresaría, debido al día que se acerca y lo especial que esa fecha es para ella. Me pregunto si Michael lo sabrá. Tan solo unas horas empezará el día que Jackie tiene marcado en el calendario que cuelga de su pared.
—ninguna, desde hace dos semanas.
—¿y qué tan lejos está...—Jackie alzó la vista, tratando de recordar.
—¿Neverland?
—Neverland.—repitió.
—está al otro lado del estado de California, no lograríamos darles una visita sin tener que faltar al menos dos días al trabajo. Sin contar que ni siquiera sabemos si están ahí.
No se si podría enojarme más con uno que con el otro por olvidarse de sus amigos y no reportarse en medio mes.
—¿qué hay del helicóptero?
Rodee los ojos.
—ni siquiera con el salario de un año de los tres podríamos pagar un solo viaje a Santa Bárbara.
El silencio volvió a reinar, y lo que pudimos deducir es que finalmente solo podíamos... esperar. Lo único que sabemos es lo que Gregory se ha animado a decirnos; que Jenna se dio de alta porque se hizo un esguince grave en el tobillo y decidió al fin tomar su bono de vacaciones.
—no hay de qué preocuparnos, es Michael de quien hablamos, la habrá cuidado muy bien todos estos días y la habrá sacado de quicio.—Alice por fin rompió el silencio, y Jackie estuvo de acuerdo con un sonido de aprobación.
—sobre todo lo de sacarla de quicio.—bromeó mi mejor amigo.

Sanando Heridas/Michael Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora