15. Who knows if she never show up, what could've been

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Natasha.

—¿Te sientes bien, muchacha?

—¡ES ÉL!—dije con las manos temblorosas—¡ÉL ES EL HOMBRE QUE APARECE EN MIS SUEÑOS!

Había comenzado a gritar en ruso de nuevo, la gente se había alejado de nosotros. Podía ver en los ojos de aquel rubio que ambos estábamos igual de confundidos, mi corazón se aceleraba cada vez más, sentí que alguien me sostuvo por los hombros, ¿en qué momento me hice para atrás?

—¡Chica! ¿Estás bien? ¿Podemos llamar a alguien?

Cientos de imágenes se agalopaban en mi mente, como una película sin sentido. La mujer que había intentando contenerme, se convertía en un monstruo que me hacía daño; todos los rostros de los hombres a mi alrededor se parecían al mismo que intentaba violarme. Me solté de ella y parpadeé, el hombre de mis sueños ya no estaba en ese lugar.

—¡DEBO IRME! ¡NO PUEDO ESTAR AQUÍ!

Conseguí soltarme y corrí con desesperación por el parque. Había creído que era una buena idea salir a conocer la ciudad en la que viviría; pero terminó saliendo completamente mal. Cuando recuperé el aliento, y comencé a ver con más claridad a mi alrededor, me di cuenta que no sabía donde estaba.

—¡JODER!

—¿Necesita algo, señorita?

Había conseguido sentarme en una de las bancas del parque, pero no estaba segura de como llegué a ese punto.

—No, muchas gracias—dije, mirando al anciando que me sonreía—Estoy bien, solo...solo fue un susto.

—¿Puedo acompañarla a su casa?

—Vendrán por mi—respondí.

El hombre se fue y me permití llevarme las manos a mi corazón, que latía desbocadamente. Mi cuerpo hormigueaba de pies a cabeza, no entendía lo que estaba pasando. Las escenas donde el muchacho del parque aparecían solían traerme paz, no me llenaban de ansiedad como ahora.

—¿Ahora? ¿A dónde iré?

Mi primer pensamiento fue que tenía que volver a la casa de huéspedes, era el único lugar que conocía. Respiré profundamente, haciendo un enorme esfuerzo por tranquilizarme.

—Debo llamar a Peggy, seguro estará preocupada por mi.

Ahora entendía lo tonta que había sido, ¿cómo pude pensar que sería fácil salir a recorrer una ciudad extranjera cunado yo no sabía ni de donde provenía? Finalmente, decidí entrar a un café, quizá tomar algo me haría pensar con más claridad.

—Un café y un crossaint, por favor.

El mesero me sonrió con coquetería, apurándose a anotar mi orden.

—No eres de aquí, ¿verdad?

Fruncí el entrecejo, no sabía que pensar acerca de aquel coqueteo. Una parte de mi mente me decía que lo siguera, com osi ese fuera el curso natural de las cosas; pero el ver el anillo brillante en mi dedo me detuvo.

—¿Cómo lo sabes?—cuestioné finalmente—¿Es solo por mi acento?

—Tienes los ojos más bonitos que he visto en América y eso solo me dice que eres europea, como yo...

TimelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora