11. Black and white, saw a 30s bride...

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

Nota: Negritas en ruso.

Steve.

Estaba seguro que ella era la mujer con la que iba a compartir mi vida. No podía dejar de pensar en eso mientras la veía corretear con los niños de la ciudad; aquel era un día extraño, desde la Operación Urano llevábamos varios días sin bombardeos o incursiones de los alemanes a Stalingrado. Incluso estaba soleado, no había nevado en algunas noches, parecía que incluso el clima estaba de acuerdo con que la guerra se terminaría.

—Necesito hablar contigo, es urgente—dijo Bucky.

Mis amigos me habían dado mi espacio para poder disfrutar el enamoramiento que sentía, pero eso no me hacía inmune a los rumores que se esparcían alrededor del campamento.

—¿Qué ocurre, Buck?—fruncí el ceño—Suenas preocupado, ¿Yelena te metió en un lío?

—Nos van a evacuar, Stevie—dijo sin rodeos.

Esas palabras se sintieron como un golpe directo a mi estómago. Aquello no podía ser posible, el unvierso se estaba riendo de mi.

—¿Qué carajo estás diciendo, Buck?

—Tienes que casarte con ella ahora mismo—dijo mi amigo—Encontraremos como hacerlo, pero necesitan estar casados, que ella tome tus apellidos.

"No es tan fácil". Seguramente eso era lo que diría Natasha. Había muchas cosas en juego, ella no podría llegar y presentarse como una mujer casada frente a Dreykov, sin arriesgarse a ser enjuiciada por traición. Ese hombre no dudaría en inventar cualquier cosa para tenerla, incluso si eso signifcaba perder a la mejor piloto que jamás había nacido en Rusia.

—Hablaré con ella...—dije con un hilo de voz—¿Cuánto tiempo tenemos? ¿Cómo te enteraste?

—Visión me dijo, de manera no oficial. No hay manera de detener esto, nos necesitan en Japón.

Parpadeé varias veces, incapaz de creer lo que escuchaba.

—¿JAPÓN?—repetí, como un idiota.

Alcé la voz, pero todos estaba ocupados en sus propias cosas como para notarlo.

—El emperador se niega a rendirse y la batalla le está costando demasiadas vidas a nuestro país, hay un protócolo que estaban trabajando para los nazis en Texas, una nueva bomba...quieren que nosotros piloteemos el avión que la llevará.

Ni siquiera pensaba en la tecnología que se había desarrollado para todo esto, por más que Stark hablara de ellos sin parar. Lo único que pasaba por mi mente era lo que tenía que hacer antes de irme, seguramente íriamos a América antes de encaminarnos a Japón, para pasar por los exámenes médicos necesarios antes del enlistamento. Podría llevar a Natasha, podría presentarla con mis padres, ella me esperaría.

—Voy a ir al pueblo, no tardo—le dije a Bucky—Volveré antes del toque de queda. No te preocupes.

Dejé a mi amigo de pie, con la boca entreabierta. Natasha no se había dado cuenta que salí de la base, saludando a alguno de mis compañeros. La mayoria de los soldados caminaban con más soltura en el pueblo, las personas no nos tenían recelo, simplemente nos veían como un negocio más pues los dólares valían más que los rublos y los rusos los cambiaban por cualquier cosa.

—Buenas tardes, soldado.

Había entrado a una tienda de cambio, a pesar de que no tenía nada en las vitrinas por los bombardeos, sabía muy bien lo que estaba buscando.

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