4. And that's when I called you and it's so hard to explain.

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no conozcan. 

Natasha.

Las cosas entre nosotros volvieron al usual trabajo profesional cuando se terminó la noche. Guardé aquella mariposa entre mis objetos más preciados y me dirigí a la carpa del desayuno, donde entregaban las racionaes de aquel día.

—Que sorpresa, hoy tenemos sardinas—celebró Yelena.

Mi hermana hacía una gran mueca de asco mientras hablaba, pero no era la única que hacía obvio su desagrado.

—Deberían estar agradecidas porque podemos comer—dijo Wanda, fulminándonos con la mirada.

—¿Los americanos comen lo mismo?—cuestionó Yelena.

Sonreí de lado cuando vi que Steve se resignaba a un plato que contenía lo que parecían ser gachas de avena, descartando las sardinas.

—Al parecer sí—respondí—Me alegro de que no sean unons niñitos mimados incluso aquí.

—¿Vas a pelear con ellos todo el tiempo?

—Realmente preferiría que no tuvieramos que tolerarlos—intervino Wanda—Trabajamos mucho mejor estando solos, no tendríamos que seguir instrucciones de imbéciles que no conocen nuestra zona.

—¿Sigues enojada por lo del general Visión, querida?—le pregunté, intentando no sonreír.

Wanda había estado a punto de ganarse un lugar en el gulag por haber estado abiertamente en desacuerdo con la aproximación que el General quería hacer con nuestros aviones; él la había intentado poner en su lugar pero mi amiga se terminó defendiendo con uñas y dientes.

—Ojalá se ahogue con las sardinas—se quejó—¡Cabrón! ¡Todos sabemos que él solamente quiere proteger a sus preciosos yankees y dejará el trabajo sucio en nuestras manos!

—Eso no es novedad, siempre han hecho eso...para tener el maldito protagnoismo—continuó Yelena.

A decir verdad, no las estaba escuchando; estaba viendo a Steve; no entendía lo que estaba pasando en mi mente, pues cada vez que cerraba los ojos lo veía sonreír. Apreté la mandíbula, debía recordarme que era un trabajo, ninguno de los dos estábamos aquí por gusto o porque nos la pasarámos bien.

—Nos necesitan en el campo base—dijo Alexei, interrumpiendo a Wanda mientras despotricaba contra Visión—Es algo importante.

Vi como los americanos también se ponían de pie, avanzando antes que nosotros. Fumaban y reían, parecían más niños ricos en un campamento de verano que soldados que habían experimentado el peor terror jamás vivido. Respiré profundamente, caminando detrás de mis compañeras.

—Hoy será un gran día—anunció Dreykov—Se nos ha informado donde se encuentran los campamentos alemanes; algunas de nuestras pilotos han hecho ejercicios de sobrevuelo y será fácil llegar con un ataque–se cruzó de brazos, por los rostros de incomodidad del General Visión y de Stark, era obvio que los rusos habíamos tenido más éxtio que ellos en encontrar los puntos débiles de los nazis; por algo éramos el país de los espías—Se ha diseñado todo para salir esta misma noche, no hay tiempo que perder.

—¿Iremos todos, General?—pregunté después de escuchar la información.

—Se formarán dos equipos tácticos en el aire y dos en la tierra; para evitar levantar alertas en los alemanes se irá un caza soviético y un alemán, ¿entendido? Lo mismo se hará en tierra; mezclaremos los batallones para lograr rodear a los nazis.

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