3. Something in my head said stop; so I walked in.

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

Steve.

Desgraciadamente, esa apuesta tuvo que esperar. No pude probarle a Natasha lo bien que era capaz de mantener el alcohol en mi cuerpo puesto que las alarmas que anunciaban bombardeos comenzaban a sonar. Nos pusimos de pie, saliendo en medio del caos de borrachos que gritaban en aquella cantina de mala muerte.

—¡Todos tienen que irse a sus casas! ¡A los refugios! ¡Salgan de aquí, carajo!

Natasha daba ordenes en ruso, haciendo que la gente se detuviera unos cuantos segundos antes de asentir y obedecerle. Por unos segundos, me quedé paralizado, viéndola casi con admiración.

—¿Qué demonios estás esperando, Rogers?—se giró Yelena—¡Nos esperan en los aviones! ¡Hay que evitar que los alemanes nos bombardeen o estaremos jodidos!

Bucky y Clint ya avanzaban entre las personas, sacando las armas que traían montadas en los cinturones. Natasha ya iba varios pasos más adelante que nosotras, gritándole a las personas que fueran a un lugar seguro.

—Desearía haber pedido la botella de vodka, para el camino—se quejó Bucky.

No pude evitar sonreír, las pocas veces que habíamos estado en el campo de batalla podía contar con mi amigo para sacarme del estrés en aquel momento.

—Estoy seguro que podrías ser un buen kamikaze si te tirases con media botella encima—dijo Wanda, que había alcanzado a escucharnos.

—Sería divertido verlo morir de esa manera—coincidió Yelena—Incluso pagaría dinero por el espectáculo.

Los comentarios entre nosotros terminaron abruptamente cuando esuchamos el indiscutible sonido de una bomba cayendo. Honestamente, trabajaba por la adrenalina corriendo en mis venas, no tenía tiempo de procesar como habíamos llegado al hángar; pero estaba por subirme a mi aeronave.

—¡ROGERS, CONMIGO!—gritó Natasha, sorprendiéndonos a todos.

—¿QUÉ CARAJO?—gruñí, incrédulo.

—Aún no han empezado las reparaciones de tu aeronave, ¿cómo crees que vas a volar esa chatarra? ¡Es un suicidio!

—¡Puedo volar de copiloto con Bucky! ¡O con Clint!

Natasha se puso las manos en la cadera, molesta.

—¿Te da miedo volar con una mujer, Rogers?

Decidí morderme la lengua y no decirle lo que pensaba al respecto o seguramente me lanzaria de la aeronave en movimiento. Bucky alzó ambas cejas, al tiempo que Clint silbaba bajito; deseándome suerte. No tuve más remedio que subirme junto a Natasha, quien me lanzó un par de audifonos para prepararnos.

—Esto es más grande de lo que pensaba...—conseguí decir.

—Ustedes son los más tontos, no me cabe la menor duda—dijo con seriedad—Yankees...

—Podrías agradecer que estemos aquí—refunfuñé.

—¿Para qué te estés quejando?—bufó, encendiendo los controles de la aeronave mientras el resto se alineaban para despegar—Estás aquí porque no nos queda de otra, ¿entendido? Ni a ti; ni a mi...lo mejor que podemos hacer es soportarnos por unos cuantos días.

—¿Crees que la guerra se terminará pronto?

No sabía porque le preguntaba eso; el estado de la guerra para cada país eran asuntos clasificados y, a pesar de ser soldados de élite, no teníamos porque estar enterados de lo que ocurría en inteligencia. Sin embargo, en ese momento no me importaba, lo único que quería era hacer un poco de conversación mientras despegabamos, alejar mi mente del despegue.

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