(FANFIC DE TERROR)
Un carnicero, con trastorno de identidad disociativo, se obsesiona con un profesor de secundaria con presuntas tendencias caníbales.
▪︎Historia originalmente publicada en marzo de 2019. NO apoyen el PDF de la antigua versión de es...
#sigmanotavergonzosa1: siempre que digo que voy a tomarme un descansito para causar más intriga, ¡no puedo! Simplemente, terminé de escribir este capítulo antes de actualizar todo lo que tengo pendiente, jeje... Y como me da ansiedad perder esta historia y crear otro nuevo ciclo maldito (detenerme en cierta parte para hacerme la chulita responsable y que me denuncien y me tumben la historia, la cuenta, el correo electrónico, TODO). Por lo tanto, ya no más actualizo. Deben perdonarme, soy just a girl nerviosa.
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Tengo la teoría de que la medicación me mantenía lúcido. Aunque agotado y adormecido a ratos, al no sentir absolutamente nada, irónicamente, me sentía normal.
Antes, había demasiadas voces en mi cabeza. Demasiadas discusiones, demasiado ruido y demasiadas cosas delante de mis ojos que ni siquiera existían. Por alguna razón, también había dejado de cambiar. Eso era preocupante, pues estaba dudando de mí mismo; de mi propia vida y de la veracidad de mi condición. Sin embargo, la lucidez me había ayudado a descubrir quién eras realmente, Jimin... Y eso me entristeció.
De todas las cosas en las que podría haberme equivocado, tú fuiste mi mayor error. ¡Maldita sea! Una cosa podría haber sido que fingieras ser amable; que fueras una de esas insufribles personas preocupadas por la opinión de los demás, pero que realmente, de vez en cuando, pensases de manera negativa sobre otros cuando te cabrearas. Ya sabes, lo normal; un hombre normal, un ser humano como el resto de los mortales. Eso te habría hecho un ángel, igualmente... Pero tú, sinceramente, eras un monstruo.
Recuerdo cuando me di cuenta de la capacidad de tu manipulación. Fue después de enterrar los restos óseos de Kim Jungwoo debajo del árbol que había en tu jardín (debo decir que, mientras cavabas el agujero, noté una especie de plástico y cabello cubierto de tierra y el primer pensamiento que tuve fue que Kim Jungwoo tendría una compañía eterna). Me hablaste de los planes que tenías; primero tenías que hacerte con las grabaciones de Jeon Jungkook y después proseguirías con tu plan de venganza.
— Entremos, hace demasiado frío aquí afuera — dijiste tras cubrir el hoyo. Salía vaho de nuestras bocas. Te adelantaste un par de pasos, te seguí cuidadosamente porque me dolían las piernas, pero te detuviste como si hubieras recordado algo — ¡Ay, no puede ser!
— ¿Qué sucede? — te pregunté, aunque, realmente, no me importaba lo que te inquietase.
— Se me acaba de ocurrir que hace buen tiempo para beber caldo caliente, ¿tú qué opinas?
— Me da igual.
— Uish — arrugaste la nariz de manera juguetona — ¿Alguien ha despertado de mal humor? — Te ignoré y seguí avanzando — Ven, vamos a desenterrar el cadáver y hacer un buen caldo caliente para levantarte ese ánimo — me detuve, no dije nada, solamente miré hacia atrás y contemplé tu sonrisa. No pudiste contener la risa — ¡Es una broma, cariño!
No pillé la gracia y te miré con desdén. No había sido mi plan, pero no estaba de humor para soportar tus tonterías.
