Antifaz

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- Son tienes que ir a esa fiesta!, se que no te gusta ir a eventos pero es necesario que te des a conocer antes de que te comprometas.

Son estaba pensativo y solo observaba a su padre, no era una persona que le gustará socializar.

- Padre... Es necesario?. Sabes que solo deseo terminar mi carrera para poder trabajar y no tengo ninguna intención de comprometerme. Esta fiesta es solo una pasarela donde todos van a lucirse y mostrar sus peores caras.... Sabes que no es mi estilo.

El hombre adulto daba vueltas, estaba orgulloso de escuchar que no era pretencioso, su hijo era diferente a los demás pero aún así tenía que seguir los protocolos de una sociedad arraigada a costumbres severas en donde el Omega solo tenía que seguir cumpliendolas.

- Dentro de un mes llegará la persona que será tu esposo, el es un alfa muy reconocido y tiene que socializar con altos funcionarios por lo que tendrás que hacerlo también. Te pido que hagas el intento por ser diferente y acordé a él.

Son sabía que no podía negarse y dejar mal a su padre por lo que termino cediendo, no conocía a la persona con la que se casaría y tenía mucha incertidumbre de como sería pero no le quedaba otra opción.

- Bien padre... No debes preocuparte cumpliré todo lo que me digas, incluso llevaré a cabo mi compromiso con el gran alfa que todos mencionan.

Su padre sonrió satisfecho y tocó su hombro en señal de agradecimiento.

- Ve y prepara tu mejor traje, lamento no acompañarte pero se trata de una fiesta para jóvenes en la que podrás conocer y convivir con más personas acordé a tu edad. - antes de salir su padre volteo nuevamente - Por la tarde vendrá un auto a recogerte y no olvides llevar el antifaz reglamentario.

- Bien.

Son se dirigió a su cuarto, comenzó a buscar el traje adecuado que combinará con el antifaz que llevaría, pero de pronto sintió un dolor de cabeza... Se recostó por un momento tratando de descansar y no pensar más en todo lo que se le venía. Estaba en desacuerdo de los matrimonios arreglados para conseguir una estabilidad económica, pero no podía fallarle a su padre.
Su compromiso ya estaba arreglado desde pequeños y su próximo prometido era un completo desconocido para él. Sabía que estudio en el extranjero, pero se encontraba haciendo su servicio militar y solo vendría a concretar su compromiso y nuevamente regresaría para terminar el tiempo reglamentario. El se haría cargo del negocio familiar y al llevar a cabo su matrimonio también manejaría el de ellos por lo que se fusionarian para ser solo una gran empresa.
Ese era el gran motivo por el que no podía rechazar tal compromiso y aunque aún faltará mucho tiempo para llevar a cabo el enlace final tenía que prepararse para ser la pareja perfecta.... No supo cuando se quedó dormido hasta que escucho la voz de su madre que trataba de despertarlo suavemente.

- Son!. Es hora de que comiences a arreglarte pronto vendrán por ti.

Aún soñoliento trato de despertar completamente.

- Me daré un baño para despejarme y enseguida me arregló.

Su madre le sonrió y camino hacia el baño aún con pereza.
Una vez bañado y más lucido comenzó a vestirse, su traje era blanco con detalles en las solapas y una corbata ancha que lo hacía lucir elegante y guapo.

- Son, han llegado por ti, ya estás listo?.

Escuchaba la voz de su madre detrás de la puerta mientras se veía en el espejo. Dio un suspiro y tomo el antifaz que le había dado su padre. Camino hacia la puerta y la abrió, su madre quedó maravillada al verlo.

- Son te vez guapísimo, no dudo que algunas miradas volteen hacia ti.

- Mmm

- Vamos el auto está listo.

A M A M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora