Tiempo de hablar 1

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Al siguiente día tanto Pin como Son se alistaba para su gran encuentro.
El primero se había vestido casualmente tratando de dar una buena imagen. Trataba de verse impecable y se rocio del perfume que usaba cuando estaba casado con Son. Estaba más que animado, no sabía de que hablarían realmente pero sus expectativas eran altas de poder quedar bien con el de alguna manera y guardaba una mínima esperanza de que terminarán en algo más que amigos.

El segundo no quedaba conforme con todo lo que vestía pero después de probarse algunos conjuntos desistió de seguir probando y simplemente decidió vestir el último conjunto que tenía puesto. No sabía realmente si había hecho bien en pedir una conversación, pero tenía que poner muchas cosas en claro tal como lo había dicho Can......
Después de haber mandado el mensaje de confirmación, Can con expresión seria se dirigió a él y hablo con franqueza.

- Quiero que me prometas que no huiras como siempre lo has hecho, tanto el como tú deben darse la oportunidad de escuchar todo lo que tengan por duda. Pregunta todo lo que tengas que preguntar y tú también da respuestas sinceras.
Realmente no se que es lo que desean ustedes dos. Si deseas continuar con tu relación, deberás ser preciso y dejar que Pin te diga lo que tenga que decirte.

- Lo haré Can, yo tampoco sé que es lo que surgira después de esta plática pero espero que sea bueno. Así quedemos como amigos por el bien de nuestro hijo.

- Me gusta tu forma de ser Son y me alegra que cambiarás de opinión respecto a Pin.

Volvió a la realidad y se veía en el espejo, después de todo valía la pena por el bien de su hijo que aunque era pequeño llegaría el momento en que preguntaría por él y que mejor qué estuvieran en buenos términos. Anteriormente no pensaba decirle que tenían un hijo en común, pero ahora entendía que tenía el derecho de saberlo y su hijo de tener a su padre cerca.......

*************

Pin llegaba al restaurante y en la entrada le pidieron su nombre, el mesero checo la lista y vio que su nombre estaba dentro de los compartimentos privados.

- Siga por favor.

El mesero lo guío a un pequeño cuarto privado donde había una mesa y asientos cómodos, la mesa estaba puesta y Son aún no llegaba. Le agradaba haber sido el primero en llegar, de esa forma no quedaría mal al hacerlo esperar.
Veía el pequeño espacio y se le hacía muy acogedor, perfecto para tener una buena charla.

Poco después llegó Son, pero tenía duda de si Pin ya había llegado.

- Disculpe, ya llegó la otra persona que estaba dentro de la reservación?.

- Si señor, hace rato que llegó.

- Bien, gracias.

- Pase por aquí.

El mesero guiaba a Son al lugar y con cada paso que daba sus nervios iban creciendo. El chico abrió la puerta y Son se detuvo por un momento..... Tomo aire y después siguió a dónde ya se encontraba sentado Pin.

Ambos se vieron, Pin dio una sonrisa y Son se paralizo ante tal gesto. Pin se levantó y camino a dónde Son.

- Hola Son, siéntate

Le acomodo la silla y el Omega se sentó agradeciéndole el gestó.

- Señores que les apetece comer?.

Les extendió la carta y ellos se tomaron el tiempo para checar lo que pedirían.

Son agradecía que el mesero aún no se había ido ya que no sabía por dónde comenzar.

Pin apenas vio la carta y pidió casi de inmediato, deseaba tanto poder estar a solas con Son y saber que era lo que le iba a decir, que la comida se le hacía menos importante.

A M A M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora