28 | MiHi

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− Debes confiar en mí

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− Debes confiar en mí. Debes salir de aquí.

− No. Vienes conmigo − vuelve a jalar de mi muñeca, pero me resisto. Se exaspera − ¡Lee MiHi! Vine por ti, así que nos vamos. No te dejare aquí.

JungKook me mira desafiante en los primeros segundos, luego el rastro de dolor cruza su mirada. Vulnerabilidad. Eso es lo que veo en él. Es difícil concentrarme, pero no tengo opción. JungKook tiene que irse.

Abro la boca para decirle que se vaya, pero una voz ajena es lo que se escucha.

− Pero que romántico...

Ambos giramos nuestra atención al hombre parado en la parte alta del yate. J-Hope baja los escalones con una sonrisa en el rostro. JungKook me pone a su espalda en un acto por protegerme, pero contradigo sus movimientos −no necesito que me proteja− y me incorporo a su lado. Gruñe, pero le ignoro.

− No te queda nada más, J-Hope. Ríndete − insta, quitando el seguro de su arma para apuntarle.

HoSeok se ríe.

− Teniente, parece que no ha mirado bien − da una vuelta entera con las manos alzadas, señalando a los hombres de Kuznetsova y los suyos − Pero, déjame mostrarte algo...

Al termino de sus palabras, del lado izquierdo del yate se acercan unos hombres, arrastrando a un pelinegro a cuestas. Me es difícil reconocerlo al instante, puesto que la última vez que lo vi, el tinte de su cabello era rubio oscuro.

Park JiMin.

Opone resistencia a los hombres que lo jalan y el golpe en su rostro empieza a hincharse. JungKook se tensa a mi lado, pero no porque tengan a su amigo, sino por lo que tiene JiMin como chaleco. Una bomba.

− Mini... − J-Hope llama con voz melosa, alzando en su mano un celular − Ven aquí.

Miro a JungKook, transmitiéndole mi mensaje de mantener la calma antes de ir a lado de J-Hope.

− Suéltalo... − JungKook respira pesadamente en un debate interno, aprieta los dientes sin bajar el arma en sus manos − ¡Déjalo ir!

− Baja esa arma. Estás en desventaja, Jeon.

Comparto mirada con los hombres que tienen a JiMin y con algunos que nos rodean con sus armas apuntando a JungKook. Son hombres de Keith, por lo que me queda claro que no están a favor o bajo las ordenes de J-Hope. Lo cual es una ventaja para mí.

− J-Hope... − llaman desde un monitor en su cintura − Entrega el paquete y eso sería todo.

− Por supuesto, Kang − responde satisfecho. Centra su atención a JungKook y JiMin − Perdón por no quedarme con ustedes por más tiempo. Si en algo te reconforta, la tratare bien...

− ¡Bastardo! − brama JungKook.

J-Hope se regocija con la situación.

− Por cierto, se me olvidaba decirte algo. JiEun me suplico que lo hiciera...

− Maldito....

− Prometo que con MiHi... − hace una pausa cuando se escucha un chapoteo. J-Hope toma mi brazo y observa en la dirección del ruido − ¡Mierda! Ustedes, encárguense de ellos.

J-Hope me arrastra con el mientras despotrica insultos en el recorrido. Escucho un disparo que me hace mirar hacia atrás. El pecho se me aprieta ante los posibles escenarios. Una lluvia de disparos van en sincronía con los latidos de mi corazón. El miedo empaña cada célula de mi cuerpo y empujo a J-Hope contra la pared izquierda, haciendo que suelte el celular. Lo pateo lejos de su alcance y desaparece por las escaleras que llevan a la cubierta hasta perderse en el mar.

− Perra...

Corro, pero no llegó lejos. El yate empieza a avanzar y gira, alejándonos del territorio marítimo de Corea del Norte, hacía Japón.

J-Hope me alcanza, jala de mi cabello lo suficiente para hacerme arquear la espalda. Me arrastra hasta llegar a la cabina de mando y abre la puerta lo suficiente para dejar a la vista a Kang MinSu, maniatado en una silla en el suelo.

− Pero ¿qué...?

No termina de hablar porque una laptop golpea su rostro. Suelta su agarre de mi y me apoyo en la puerta para evitar caer.

− ¡CORRE! − me grita Keith. Sin embargo, eso es suficiente distracción para que J-Hope le dispare unas tres vece en el pecho − ¡Ve-te...!

Me pongo en pie y doy unos pasos antes de que el yate gire bruscamente, haciéndome chocar contra la pared derecha del pasillo. Caigo sobre los restos de un florero y el corte en mis rodillas y manos es suficiente para sacarme un jadeo doloroso. Aun así, me pongo en pie y trato de avanzar hacía cubierta. Pero no llego. J-Hope me alcanza justo cuando logro llegar a la cubierta y me aprisiona en sus brazos.

− ¿A dónde crees que ibas? Mini... No puedes escapar de tu destino. Si saltas... mueres.

Vamos de regreso a las aguas de Norcorea y empiezo a analizar mi entorno.

Si me quedo, estaré en sus garras por siempre.

Si salto, muero.

Veo hacia el mar y veo la silueta de JungKook y JiMin. Él intenta mantener a flote a JiMin. Cruzamos miradas mientras el yate se dirige hacia el oeste. Entonces la peor idea pasa por mi cabeza y sé qué hacer.

«Lo siento, JungKook»

− ¡MINI...!

Fecha de publicación: 27/03/2024

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Fecha de publicación: 27/03/2024

Caso Lee | JJK, PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora