Jeon JungKook y Park JiMin, amigos desde la academia, se ven presionados al recibir un caso de investigación secreta. El Caso N° 7: Caso Lee.
Desde que fueron condecorados como tenientes en la KFP, esté es el primer caso en que trabajaran manualment...
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Universidad Nacional de Seúl, 27 de septiembre del 2023.
05:23 pm.
− ¿Por qué demora tanto?
TaeHyung me mira desde su lugar. Desvía la mirada al edificio y luego a mi, animándose a hablar.
− Tal vez deberías ir por él − sugiere − Este clima está insoportable. De seguro te espera dentro.
Niego.
− Él me dijo que lo esperara aquí, que él mismo me traería los resultados.
− ¿Cambio de opinión?
Lo miro dudoso.
− Está bien.
Retiro mi cinturón de seguridad y bajo del vehículo. Corro hasta llegar a las escaleras principales y me adentro al edificio. Me detengo cuando veo a SeokJin conversar con una mujer. No la logro ver bien, pero una extraña sensación me recorre por la espalda.
«¿Por qué me resulta conocida?»
Jin se percata de mi presencia y se despide rápidamente de la chica. Corre en mi dirección con una expresión molesta.
− Te dije que esperaras afuera − regaña.
− ¿Quién era la chica? − se tensa ante mi pregunta y la desvía diciendo solo una palabra: «estudiante» − Bueno, por lo que vine ¿tienes los resultados?
Asiente, entregándome un sobre amarillo.
Agradezco su ayuda y vuelvo a girar mi atención en busca de la chica que hablaba con Jin. «¿Por qué siento que la conozco?» me pregunto.
− Ya vete − me instó a partir, pero se arrepiente. Toma mi mano para detenerme − ¿Cómo va el caso contra JungKook?
Después de nuestra misión extraoficial, soldados americanos nos ayudaron a volver a tierra firme y segura. Nos interrogaron y amenazaron con hablar y callar sobre lo que había pasado. Gracias a los contactos de MinHo, me dejaron ir. Pero a JungKook no. ¿La razón? Bueno, una foto suya con una hacker fugitiva.
Ahora llevaba un caso abierto sobre su desobediencia bajo la corte federal. Mañana sería el juicio y sentenciarían a JungKook a cumplir un tiempo en una prisión militar de hallarse culpable. Justo esta información que Jin me alcanzaba se necesitaba para el caso contra JungKook. La evidencia de que Jung HoSeok era un mafioso y que MiHi murió resguardando el bien a Corea del Sur ayudaría a que la sentencia sea menor. Además que se probaría que ella solo actuó bajo amenaza.
Claro está que, HeiRan no fue tocada en el juicio. Nadie podría saber de su existencia.
− Esperemos que esta información nos ayude.
Me aleje camino a mi camioneta, dejando a Jin atrás.
Corte Federal de Corea, Seúl, 28 de septiembre del 2023.
09:00 am.
− Estamos aquí reunidos para llevar a cabo la sentencia del implicado, el teniente Jeon JungKook, por los delitos de fuga y encubrimiento de la hacker americana, Lee MiHi.... − empezó la jueza.
Se dictaron los elementos de acusación y los de la defensa de mi amigo. Incluso los testigos declararon a favor de mi amigo, a excepción de Young. La parte más sorprendente del juicio fue el reporte de un agente de la CIA, Jacob Hopper.
− La participación del teniente Jeon fue de vital importancia para nuestra investigación privada. Detuvo el traslado de una bomba nuclear de Corea del Norte a Rusia. Asimismo, ayudo a nuestra agente encubierta Lee MiHi − dijo, extendiendo un informe completo que la jueza detalle en privado por unas horas. Luego reanudo el juicio y continuo con los demás testigos.
Se tardaron como una hora en los alegatos hasta que llegó el momento de la decisión.
− Póngase en pie el acusado − pidió la jueza. JungKook se puso en pie − ¿Tiene usted algo más que decir?
− No.
− ¿Cómo se declara el acusado?
El silencio reinó en la sala.
JungAh apreto mi mano buscando detener su ansiedad.
− Tal vez deberías ir afuera − le susurre al oído.
Ella negó furtivamente con la cabeza, la acerque a mi para que apoyara su cabeza en mi hombro, mientras sobaba su vientre.
− Culpable.
JungAh se aferro a mi pecho, sollozando en silencio.
− Bien. ¡Orden en la sala! − demandó ante el bullicio de quienes apoyaban a mi amigo − En visto a lo declarado y en base a las evidencias y testimonios. Declaro al acusado... Culpable − expreso, volvió a dar toques de su martillo, buscando el orden − Se le sentencia a cumplir 12 meses en la prisión militar de Seúl. Al cumplimiento de su tiempo, se le inhabilitará al servicio público por un periodo de tres años y su rango de teniente será retirado y bajado a cadete.
El bullicio se hizo extenso, pero al menos el tiempo que pasaría tras las rejas fue menor.
JungAh y yo nos despedimos de JungKook antes de que se lo llevaran a la base militar.
− Por favor... No te metas en problemas − pidió mi chica. JungKook asintió y se limitó a decir algo que me beneficiaria más adelante: «No dejes a Kai escoger el nombre de mi ahijado».
Reímos ante su comentario.
Kai se hizo el ofendido, pero sonrió.
Despedimos el bus como es debido. Un movimiento de mano.
TaeHyung tenia una expresión seria, me acerque a él y le pregunte las razones.
− Tenemos que hablar.
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