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Busan, 03 de septiembre de 2023

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Busan, 03 de septiembre de 2023.

10:00 pm.

Había sido un día agotador.

Recién llegabamos de nuestra inspección en el Pohang Port, Buk-Gu, Pohang. Solo habían sido 20 minutos de viaje en mi Honda CBR 1100XX Blackbird. Habíamos recibido una llamada de Kai sobre una salida de importancia en el puerto pesquero. J-Hope tenía que enviar un cargamento de armas semiautomáticas con destino a uno de los jefes de la mafia Rusa, la Bratva.

Estabamos agotados, desde que salimos de la casa de Kai hasta ahora, MiHi y yo no habíamos parado más que para observar y fotografiar como cargaban las armas a las pequeñas embarcaciones. Le ofrecimos una fuerte cantidad a un pescador artesanal para que nos alquilara su embarcación. MiHi incluso se vistió de hombre para no llamar la atención. Y nos atrevimos a seguir las embarcaciones hasta un yate a mar abierto, donde desembarcaron todo el contenido y de a pocos se fueron retirando. Nos quedamos, observando la actividad del yate hasta que se puso en rumbo hacía Rusia.

− No tenemos nada que involucre a J-Hope, pero sí al infeliz de Young. Con esto, lo tenemos arruinado − expuse.

− El vídeo ya está. Debes de entregarselo a JiMin.

Negué.

− JiMin está muy involucrado. Debe ser alguien ajeno − expliqué.

MiHi comprendió mi punto y se tomo unos minutos para pensar.

− ¿Quién maneja los ascensos? − preguntó.

− ¿Por qué?

− Sí no sabes, puedo pasarle el caso a EunWoo − dijo.

No era la primera vez que lo mencionaba. Incluso hablaban por mensajes, lo cual era molestoso hasta cierto punto.

− El cabo Choi SooBin quiere subir de rango. Puedo pasarle esta información detallada para ayudarlo con su ascenso − inste, cambiando el tema de Cha.

MiHi me observo durante unos minutos antes de hablar.

− ¿Tienes algún problema con EunWoo?

− ¿Qué hay entre ustedes? − contraataque.

− ¡¿Qué?!

− Lo que escuchaste. Desde que llegaste no has dejado de hablar con él, incluso dejas que hable con HeiRan. ¿Qué hay entre los dos, Lee?

Sonaba estúpido llamarla por su apellido ahora, después de llamarla Mini o MiHi. Pero era fastidioso ver la interacción entre ambos. Me molestaba.

«¡Celoso!» grito mi conciencia. La ignoré.

− No es de tu incumbencia − añadió, indiferente.

Me levante bruscamente de la silla y camine hasta ubicarme frente a ella. Cerre la pantalla de la laptop y me incline para estar a la altura de sus ojos.

− Después de ese beso, el cual correspondiste muy bien. ¿Crees que no es de mi incumbencia? − rechine los dientes, hastiado.

− Ese beso es solo por la tensión del ambiente − dijo sin inmutarse a mi cercanía, pero sus pupilas dilatadas me dijeron lo contrario.

La tensión era palpable.

− Entonces, no te importará que lo vuelva hacer.

− Tú....

Chilló por sorpresa cuando reclame su boca con un beso enojado, profundice el beso con una mano en su nuca y la otra en su cintura para levantarla de la silla y pegarla a mi cuerpo. Ella ubicó sus manos en mi pecho y jugueteo con ellas, haciendo un recorrido hasta mi cuello. Saltó, enredando sus piernas a mi cintura y gire el cuerpo con ella en brazos hasta sentarme en la silla donde estuvo sentada hace poco. Apreto su cuerpo al mío, resaltando el hecho de que no tenía nada debajo del polo. Sus piernas estaban cubiertas por un diminuto short de tela. Mis manos se deslizaron por sus muslos, cintura y espalda por debajo de la tela holgada. Todo ello sin romper con el beso.

Nuestras respiraciones estaban agitadas.

− Hei... Ran... − susurró.

Su aliento amentolado me nubló el pensamiento y solo pude estirar mi mano hasta el móvil, ubicado en la mesa frente a nosotros, para enviarle un mensaje a JiMin.

JungKook
Cuida de HeiRan hasta mañana.
Tengo mucho trabajo.
Enviado: 10:23 pm.

JiMin-ah
Ese trabajo ¿tiene que ver con comer pastel?
Enviado: 10:23 pm.

Pero... ¿Qué coño?

Ok. Si fue tonto decirle a Rini −cuando me encontro besándola− que la razón por la que estaba comiendo la boca de MiHi, fue porque tenía pastel regado. Pero... ¿Qué se supone que le iba a decir? No quería perturbar su inocencia con una charla compleja como lo eran los besos y el sexo.

JungKook
Mierda.
Enviado: 10:24 pm.

− ¿Sucede algo? − cuestiono la mujer en mi regazo.

Negué con una sonrisa.

− Rini es adorable...

Segundos despues me levante −con ella en brazos− y camine con dirección a mi habitación, sin interrumpir nuestro beso. Una vez ahí, la ubiqué a la cama y seguí besándola. Me incorporé para deleitarme con su belleza cuando retire la prenda superior. El sonrojo en su rostro era ligero, pero encantador.

− Eres hermosa...

La vista que me regalaba era encantadora y embelesado la contemplé con la luz de la luna resaltando su figura. La ayudé con la parte inferior de su ropa.

¡Mierda!

Agradezco que HeiRan no estuviera aquí para escucharnos e interrumpirnos como hace dos noches. Esto tenía para toda la noche.

− Mía...

La haría mía una y otra vez.

Me desprendí de mis prendas. La lujuría resaltaba en su mirada. Estiré mi mano hasta la mesita de noche y tomé un perservativo del cajón. Volví a reclamar sus labios hasta dejarnos llevar por el momento.

No importó nada. Solo eramos nosotros dos y la pasión que desprendíamos en la cama.

A la mierda los 10 años de diferencia en la edad.

A la mierda J-Hope.

A la mierda el caso N° 7.

Solo MiHi y yo.

Solo MiHi y yo

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Fecha de publicación: 07/03/2024

Caso Lee | JJK, PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora