13 | JungKook

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Busan, 24 de agosto del 2023

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Busan, 24 de agosto del 2023.

7:30 PM

Vigilo atentamente desde mi puesto mientras mi equipo −conformado por MinHo y JiMin− inspecciona los puntos vulnerables de alrededor de la mansión. MinHo está ubicado en la parte trasera, JiMin en el lado izquierdo y yo en el derecho. No vamos por la parte delantera puesto que el equipo del teniente Young llegará con la orden de la captura para Suga a las 8:30 pm. Tenemos 45 minutos para entrar, sacar a HeiRan y a MiHi, arrestar a J-Hope y Suga quedaría para el teniente Young. Aunque, si podemos atraparlo en el proceso, lo haremos.

Recibo la señal de JiMin para atacar, pero desisto. Primero tengo que confirmar lo que sucede dentro. MiHi no se ha reportado. Escogimos atacar precisamente este día, porque Suga se enteró sobre el operativo en Jeongok Port y decidio enfrentar a J-Hope por respuestas y soluciones al bombardeo de operativos que han dado con el confiscamiento de la mayoría de su mercancía.

JiMin vuelve a presionar con entrar ahora.

Debemos entrar ya, Jeon − gruñe por el comunicador.

− Esperemos la señal de MiHi.

Cambio de lugar para tener una mejor vista y buscar a MiHi con la mirada. Sé que ella vino con Suga, porque minutos antes llegó en una camioneta blindada.

La tranquilidad en la casa cambia en un momento para el otro. Veo a varios hombres entrar corriendo y a otros reforzar la seguridad. No necesito preguntar para tener la respuesta.

Jeon, J-Hope le apunta a Suga con una 9 milimetros. Debemos entrar ahora − dice MinHo.

− ¡Entren!

Corro, ocultandome de los hombres de Jung y rompo el vidrio de una ventana para entrar por ella. Escucho los primeros disparos y me martillea el pecho ante el pensamiento de que lastimen a la niña y... a MiHi.

Veo a una mujer corriendo por el pasadizo trasero − informa JiMin.

Es MiHi. No corre sola, tira de una niña mientras otra chica la sigue − completa MinHo − Jeon, van en tu dirección.

− Entendido.

Entro por uno de los pasadizos y me guío con el ruido de las pisadas. Distingo la silueta de MiHi con la niña, así como las siluetas de sus perseguidores. Entran a la cocina y yo le doy el alcance. En un reflejo rápido de ella, empuja a la niña para que se esconda detrás de la encimera de la cocina y viene a mi con un puño que −por mis conocimientos en combate− logró esquivar.

− ¡Mierda, MiHi! − espeto.

− ¿Jeon?

− Abajo − murmuro, ocultandonos de las personas. Cuento alrededor de tres personas, entre ellas una mujer.

Caso Lee | JJK, PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora