Modern AU.
Segunda parte del one shot anterior.—¿Qué haces aquí?
—Tengo una fiesta. —murmuró, pasando de largo al mayor.
—¿Has venido a la fiesta de Jaehaerys y Jaehaera?
—No, tengo otra fiesta.
—¿En serio? ¿Y de quién?
—Nuestras vidas dejaron de interesarnos hace años, Aemond.
—Quiero saber. ¿Es esto un crimen, acaso?
—No, no lo es, sin embargo, sino llevo el pastel, el cumpleañero se enojará. —dijo tomando el pastel, cerrando su auto, caminando hacía adentro, con Aemond detrás de ella.
—Avyson queri... Aemond, viniste. —Alicent sonrió al ver a su penúltimo hijo.
—Madre, lo hice. ¿En dónde están mis sobrinos?
—Sí, de eso quería hablarte Avyson, Jaehaera y Daella se llevaron muy bien, están jugando juntas en la piscina de pelota junto a Jaehaerys y Maelor, tu hija es muy dulce.
—¿Tienes una hija? ¿Es para ella el pastel?
—Sí, se llama Daella, es su hija y de Jamie. —Alicent dijo, sabiendo lo que aquello provocaría entre ambos.
—¿Daella Lannister? Lindo nombre, me es muy peculiar.
—Me gusta el nombre y a Jamie también.
—¿Y entonces? ¿Se quedan?
—Avyson suspiró, miró como su hija se reía con la hija de Helaena, le fue imposible negarse. —si nos es permitido.
—Pero claro que sí, vengan pasen. —Alicent sonrió, Avyson dejó el pastel sobre una mesa mientras se sentaba junto a los demás. —Helaena hija, Avyson llegó.
Helaena levantó la cabeza, según Aemond le había contado, Helaena tenía un autismo severo.
Y un imbécil en una fiesta se había aprovechado de aquello.
Un imbécil al que apodaban montañero.
—¿Avy? —la peliblanca no se lo creía. —viniste.
—Hel. ¿Cómo estás? —sonrió, acercándose, la mayor la abrazó primero, ella le correspondió después.
—Muy bien, mis hijos cumplieron hace unos días, pero quise celebrar hoy. ¿Daella es tuya?
—Sí.
—¿Tiene la misma edad qué Jaehaera y Jaehaerys?
—Sí, pero Daella es algo menor, unos días.
—Helaena sonrió con tristeza. —¿La fiesta de Jace estuvo muy entretenida?
—¡Helaena! —Aegon le reprochó, el mayor de los tres, quien también se hacía cargo de los mellizos. —Avyson, has venido.
—Aegon, sí es el...
—Cumpleaños de Daella.
—¿La niña peliblanca de allá? —Aegon cuestionó y Aemond lo miró. ¿Peliblanca?
—Rubia, y sí, ella es Daella, Alicent dijo que ella y Jaehaera están bien juntas y...
—No te preocupes, siento que es como de la familia, pero es una Lannister. —Aegon dijo, aunque en el fondo, él sabía lo que había sucedido, habían terminado por el embarazo interrumpido de la menor cuando tenía diecisiete y Aemond tenía veintidós. —¿Qué edad tiene Daella?
—Avyson suspiró con pesadez. —diez, tiene diez.
Ahora ella tenía veintisiete y Aemond treinta y dos.
—Aegon sonrió. —tienes una hija hermosa, Avyson. Aemond. ¿Ya la conociste?
—Aegon.
—No he tenido el placer.
—Es una lástima, es una niña igual de bella que su madre, madre, hermanito. ¿Me permiten hablar con Avyson?
—Daella me necesita Aegon, hablaremos en otro momento.
—Daella y Jaehaera se ve que se llevan bien, además Helaena puede con ellas, no te preocupes Avyson. —Alicent dijo, dándole media sonrisa, Avyson la miró incrédula. —ven Aemond, vamos con tu sobrina.
Cuando ambos se marcharon, Aegon miró a la menor.
—No digas nada.
—Soy torpe la mayoría del tiempo, cuando era adolescente solía embriagarme todo el tiempo, pero sé cuando alguien es de mi familia, y Daella, tu hija, lo es.
—Aegon, Daella no es de tu familia, es mi hija y de Jamie.
—Daella es mi sobrina, es peliblanca y ojiazul, esa niña es el retrato de Aemond. Escúchame, sé que tú y Aemond estaban juntos, te embarazaste cuando eras una niña.
—Sí, y él me ordenó que lo abortará, lo hice, Daella es hija de Jamie.
—Avyson, se nota que crees que puedes tomarme del pelo. ¿No?
—Daella es mi hija, mía, mía y de Jamie, y aunque fuese de Aemond, él jamás estuvo, él en cambio deseó su muerte, ordenó su muerte.
—Aemond sólo era una chiquillo tonto, lo aceptaron en Yale o en Harvard y mis padres querían darle la empresa, él creía que no tenía que desenfocarse y admiro eso de mi hermanito, pero él te ama y te extraña Avyson, no lo he visto con nadie, le he presentado muchas, inclusive sabiendo que no querría ninguna, es un gran padre, juntos hemos criado a los hijos de Hel, y créeme, Aemond amará tanto a Daella cuando sepa que es su hija, una hija de ambos, es lo que él más desea.
—Es una lástima que Daella no sea su hija.
—Avyson, le haremos una prueba de ADN.
—Adelante.
—Maldita sea Avyson, no quiero llegar a esto, sólo dime sí ella es suya o no.
—Aegon, no me pidas nada. Ni tú ni tu familia están en ese derecho, Daella es mi hija.
—¿Y sí Aemond es el padre de Daella? ¿Crees qué él se quedará quieto?
—No arruinare el cumpleaños de mi hija, agradezco tener está conversación después. —la menor dijo, alejándose del mayor, acercándose a su hija.
[***]
—Buenas noches mi amor.
—¿Mami?
—¿Sí?
—Gracias por mi fiesta, me gustó mucho, Jaehaera es muy linda y Jaehaerys también, Helaena es muy tierna.
—Me alegro pequeña.
—Helaena tiene tu número, se lo di para que tengamos más citas de juegos, ella me lo pidió. —dijo bostezando, cerrando sus ojos.
—¿Ella te lo pidió?
—Sí. ¿Hice mal en dárselo?
—No cariño, no te preocupes. Duerme bien. ¿Sí? —dijo apagando la luz, dejando la puerta entreabierta.
Al salir completamente de la habitación suspiró, restregando su cara entre sus manos, su teléfono vibró, extrañada ante esto.
Sé que soy el padre de Daella, y deseo darle mi apellido.
Aemond Targaryen.
Mierda.