Tercera parte del one shot anterior.
—Madre.
—Mi Jace. —la peliblanca sonrió mirando a su primogénito caminando hacía ella. —¿Qué sucede?
—La tía Rhaenyra quiere llevarme a Dragonstone. ¿Puedo ir?
—Claro mi niño, sólo cuídate, tú y tu tía. ¿Está bien?
El castaño sonrió, amaba y admiraba a su madre la cuál estaba atrapada en un matrimonio sin amor, sin embargo, siempre los trató como si hubiesen sido parte de un matrimonio amoroso.
Como su tía Rhaenyra y su tío Laenor.
La princesa vio a su hijo retirarse y se desplomó en su silla, adolorida.
—¿Hija?
—¿Padre? ¿Qué haces fuera de cama?
—Estaba pensando. —Viserys rió. —en el incidente de hace años.
—¿Tú matrimonio con Alicent o sus hijos?
—De cómo te culparon por la caída de Alicent en las escaleras. Mi dulce pequeña jamás sería capaz de eso. —Viserys rió y eso trajo a Rhaella un mar de amargos recuerdos.
—Rhaenyra, escúchame.
—Ya escuché suficiente Alicent, me juraste que jamás me harías daño. Y estás encinta.
—¡No es mi culpa ser útil a mi esposo y no una inútil como Aemma lo fue! —gritó Alicent, acariciando su estómago de cuatro lunas.
Rhaella, furiosa por el comentario se acercó a Alicent, quién venía siguiendo a Rhaenyra por las escaleras, empujándola.
—¡Rhaella! ¿Qué hiciste? ¿Y sí muere? ¿Y sí padre se entera? ¡Te enviarán al Muro!
—Cualquier cosa es preferible antes que seguir soportando a la artimaña Hightower.
Las personas iban y venían, Rhaenyra se mostró preocupada bajando hacía Alicent, Rhaella en cambio, caminó hacía sus aposentos.
Más tarde, la noticia del aborto de la reina Alicent se había esparcido por el pueblo.
Un mal movimiento, un mareo habían hecho que la reina cayese escaleras abajo y perdiese al primogénito del segundo matrimonio.
—¡La princesa Rhaella empujó a la reina Alicent de las escaleras! —Otto gritó en la cara de Viserys.
—Sí. ¿Y qué? ¿Qué esperas qué haga, Otto? No hay pruebas contundentes. Nadie puede decirnos que sucedió, además de los Dioses.
—Mi rey, usted perdió a su hijo.
—He perdido más, Otto. —el peliblanco no se mostró interesado.
Alicent había dado a luz a un bebé pequeño y frágil, sin señales de vida y sin escamas o cola de dragón.
Un bebé Hightower, había declarado Viserys al verlo.
Los maestres despertaron a Alicent y la obligaron a parir al feto muerto, Rhaella sonrió al escuchar su lamento, aunque su vista se nubló al recordar el sufrimiento de su madre.