—¿Y qué lo trae a Dorne, mi príncipe?
—Me dijeron que es... bastante caluroso, mi lady. Los dragones necesitamos el calor.
—La enorme bestia roja es suya, supongo.
—Caraxes.
—Lindo nombre, es una bestia sanguinaria, según veo, hay algún rebaño cerca. Sólo trate de que no asuste a las demás. Puede comerse el rebaño de mi medio hermano, Eric.
—¿Siempre ha vivido en Dorne, mi lady?
—Mi madre es de Essos. Al morir, mi padre me trajo a Dorne.
—Lamento la muerte de su madre.
—Yo también. ¿Qué hay de su madre, mi príncipe?
—Muerta.
—Lo lamento. ¿Desea contarme?
—Debe saber que soy un príncipe Targaryen, mi madre era una princesa Targaryen, Alyssa, hermana y esposa de mi padre, Baelon.
—¿Baelon el Valeroso? ¿El mismo que pateó el hocico de Balerion?
—El mismo. Nos tuvieron a Viserys, el rey y a mí... mi madre quedó encinta nuevamente, dio a luz a un varón al que llamaron Aegon, jamás se mejoró del todo y falleció, junto a mi hermano quién murió antes de cumplir su primer día.
—Eso es lamentable mi príncipe. —ella murmuró. —Dorne presenta sus más sentido pésame y sus respetos.
—Gracias, mi lady. —Daemon le sonrió. —cómo sabe, el rey está viudo.
—Rumores. También el que Alicent Hightower se mete a sus aposentos.
—¿La piraña Hightower? ¿Cómo sabes tal cosa, mi lady?
—Aunque seamos reacios con los Targaryen, no estamos exentos de lo que sucede en la Capital, al morir la reina Aemma fue un gran golpe, no sólo para Viserys, podría decir que la que más lamenta su muerte es su hija, la princesa Rhaenyra.
—Rhaenyra... sí la lamenta, era su madre después de todo.
—La entiendo. Su madre murió por el capricho de su padre de tener un heredero, sí ya la tiene a ella. ¿Por qué no nombrarla?
—Mi hermano Viserys es algo tonto, desde que tiene a esa maldita Mano es más torpe que de costumbre.
—Veo que Otto Hightower no es de su parecer. ¿Podría preguntar por qué?
—Es una maldita artimaña que se mete en todo lo que no le interesa. Viserys confía más en él que en su propio hermano. Ha sido nombrado rey hace diez años y jamás me ha pedido ser su Mano.
—Es una pena. Usted sería una gran Mano. —ella murmuró. Daemon se permitió observarla, tenía un vestido amarillo con partes descubiertas, cosas que no se miraban en el Capital, el escote pronunciado ligeramente y los costados sin telas, su cabello negro tenía mechones dorados y las joyas de oro adornaban su cuello y dedos. —¿Ser Otto Hightower es el padre de Alicent Hightower?
—Par de desgraciados.
—Veo que los odia. ¿Podría explicarme?
—Otto es una maldita zorra, siempre anda oliendo el culo de Viserys y Alicent... es una zorra. Igual que su padre y con lo que acabas de decirme, mi lady, sé que mi sobrina corre peligro con ella cerca.
—¿Viserys confía más en la gente externa qué en su propia sangre? —Daemon asintió. —que estupidez, su sangre es su carne. ¿Por qué mantener a Otto a su lado teniéndolo a usted?
