Aemond Targaryen

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El rey se encontraba con su esposa, ella tenía el vientre hinchado mientras él estaba sentado en el Trono, ambos discutiendo algo que para las madres de ambos, era peligroso.

—¿Qué hacemos? —murmuró Rhaenyra. —Alicent deja de patearme.

—No te pateó.

—¡Deja de tocarme el trasero!

—¡Perdón! —murmuró la pelirroja. —¿Qué crees qué dicen?

—Puedo ver como la mano de mi hija se está cerrando e intenta calmarse acariciando su estómago.

—Mi Aemond está furioso, tiene su mano aferrada en el Trono, ambos están molestos.

—¿Y qué pretendes que haga? —Aemond gritó.

—¡Ser un rey por una vez!

—¡Soy rey todos los días!

—¡Sé como Maegor entonces!

—Tu hija está loca. —murmuró Alicent.

—Tu hijo está loco. —murmuró Rhaenyra.

—¿Ser cómo Maegor?

—¡Baelon enfermó gravemente desde que Alys llegó!

—¡Alys es una bruja!

—¿Y tu puta también, no?

—¡A la única que se la entierro todos los días es a ti! —Aemond gritó y las mujeres voltearon a verse asqueadas.

—No necesitaba saber eso.

—Era más feliz hace cinco segundos.

—¿Quieres dejar de gritar todo? ¡Nuestro hijo enfermó gravemente! Y lo único que pido Aemond, es que lo revises.

—No soy maestre.

—Quiero que tus ojos vean como está Baelon, y si tus deberes como rey te lo permiten, pasar tiempo con él.

—Mi familia es lo más preciado para mi y tú lo sabes.

—Mira a Baelon y después me dices sí estoy loca. —Aenyra suspiró, Aemond intentó poner su mano sobre la suya, Aenyra la retiro antes de ello, sin mirar atrás, bajó las escaleras y se dirigió a la salida.

Ante esto, Alicent y Rhaenyra se escondieron, mirando como Aemond salía de la Sala del Trono.

[***]

Aemond y Aenyra se encontraban en los aposentos de Baelon, mientras Baelon tomaba la mano de Aenyra y Aemond estaba sentado en su cama.

—¿Cómo te sientes hijo?

—Me duele la garganta, sé que soy un dragón, pero siento como si tuviese una pelota de fuego en la garganta.

—¿Cómo un gato? —preguntó su hermana menor, Naerys jugando con su caballo de madera, ante esto, Aenyra la tomó suavemente del hombro, una de sus nodrizas la tomó y la llevó a sus lecciones. —¿Pero sí como un gato o no? —gritó antes de que la puerta fuese cerrada.

—Lo que temía.

—¿Qué sucede maestre?

—El príncipe tiene fiebre de dragón, no se preocupen, se repondrá, sin embargo, deseo que vengan conmigo y vean cual planta es mejor para el príncipe. —el mayor dijo y Aemond le hizo una seña a su esposa para que pasase primero, ante esto, él los siguió.

—¿Y bien?

—El príncipe no tiene una enfermedad normal, estás enfermedades sólo se puede adquirir por medio de una planta, me temo que el príncipe ha sido víctima de un intento de asesinato. —él dijo y Aenyra suspiró con pesadez.

HOTD OS PT.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora