Cuarta parte del one shot anterior.
Modern AU.—Avyson, necesitamos hablar.
—Lárgate Aegon.
—¡Por favor! No quiero llegar a un juicio en dónde Aemond te quité la custodia de Daella.
—¿Qué Aemond qué?
—¡No quise decir eso!
—¡Tu y todos los hombres de tu maldita familia se pueden ir a la mierda! —Avyson gritó y Aegon la miro con pesar.
—Aemond es muy obstinado y cínico, él quiere recuperar a Daella, como sea.
—Daella es mi hija, mi única hija, Aemond no estuvo allí en sus primeros pasos, ni cuando pesaba menos de lo esperado, ni cuando dijo su primera palabra, el los recitales. ¡Aemond jamás ha estado allí!
—¡Pero es su hija!
—¡Qué la haya engendrado no lo hace su padre! Jamás estuvo allí.
—Cometió errores.
—Cómo Viserys. ¿No?
—La tía Aemma decidió divorciarse y viajar por el mundo.
—Viserys la engaño cuando Rhaenyra tenía ocho años, abandonó a Aemma y a Rhaenyra, Aegon tenía a Rhaenys y a Visenya y las abandonó, Maegor utilizaba a sus esposas y las abandonaba. Todos los hombres Targaryen están malditos. El único normal es Daemon.
—Daemon...
—Laena falleció, Daemon ama a Rhaena y Baela y no las abandona.
—Daemon es ejemplar.
—Es humano.
—Aegon suspiró. —Aemond planea quitarte a Daella como sea, y lo hará sino llegan a un acuerdo.
—Aemond jamás se hizo cargo. ¿Por qué quiere venir y hacerse cargo de mi hija sí él jamás deseo saber nada suyo?
—Porqué desea ser padre, más de una vez cuando se embriagaba decía el nombre de Daella.
—¿Qué decía?
—Oh mi dulce niña de cabello valyrio, como lamento haberte perdido.
—Es el colmo Aegon, él ordenó su muerte.
—¡Pero se arrepiente!
—¡Y ya es tarde para eso!
—Por favor Avyson, no pienses en ti, piensa en Daella.
—Siempre lo he hecho, Daella es mi único pensamiento durante todos los días.
—¿Y Daella no quiere conocer a Aemond?
—Daella sabe quién es él. Sabe que es su padre.
—Perdónanos, por favor, déjanos estar en su vida.
—No tengo problema con qué quieran estar con Daella, mi problema es que Aemond se la llevé, él no la conoce, no sabe de sus alergias, sus miedos, sus comidas, su horario, sus sueños no sabe nada de Daella.
—Pero podría hacerlo.
—No veo el porqué llevársela, Aegon.
—Por favor, perdona a Aemond y volvamos a ser cuñados, se te extraña, por diez años te extrañé y te pensé. Nada hubiese ocurrido sí mi abuelo no se mete.
—¿Por qué dices qué Otto interfirio?
—¿Por qué crees qué es Otto?
—Baelon murió, además no era maldito, no como Otto.