—Tenemos que atacar, ya. Cole toma fuerza, su ejército también, Baela los vio. Tenías que permitir que quemará el bosque.
—No era lo correcto.
—Muchas cosas no lo son y lo haces.
—Aenyssa. Salgan. —dijo y los lores acataron rápidamente la orden de la reina. —¿Qué sucede contigo?
—¿Conmigo? ¿Qué sucede contigo? Esto es una Guerra, no puedes intentar evitarla. Intentaron asesinar a Lucerys, partidarios de Aegon asesinaron a Jaehaerys para culparte a ti. Vas a King's Landing a intentar encontrar la paz con Alicent, sabiendo que ella estuvo con tu padre, era tu mejor amiga y ahora su hijo se sienta en tu Trono, ella planeó la usurpación por años. Inclusive antes del nacimiento de Aegon. No hay paz y jamás la habrá, nunca la hubo. ¿O por qué vestíamos y vestimos de negro y ellos de verde? Inclusive siendo niños, sólo mi abuelo creía que seríamos una familia unida. ¡Los Hightower y los Targaryen jamás tuvieron que unirse! ¡Y Maegor lo sabía! Sólo Jaehaerys fue un completo idiota por permitir que un Hightower fuese su Mano.
—Basta. Daemon se va pero quedan los dragoncitos. —Rhaenyra intentó tocar el pómulo de su hija.
—No soy Jacaerys, no intentes acariciarme. No vas a tranquilizarme así, no lo harás.
—¿Qué te pasa? Jamás me habías hablado así. Entiendo que estás molesta, pero no puedo arriesgarlo todo por tu simple capricho.
—¿Capricho?
—No puedo enviar a mis soldados a la Guerra, no quiero reinar sobre las cenizas.
—¿Qué importa? El lema de nuestra Casa es Fuego y Sangre. No me importa tomar el Trono y conquistarlo.
—Cielo, cálmate.
—¡No puedo!
—Cariño, dime. ¿Qué sucede? ¿Qué atormenta ese gran corazón tuyo?
—Nada.
—Aenyssa ven.
—¡Lucerys casi muere por mi culpa! Tuve que ir a Storm's End sola, ellos tuvieron que marchar a Winterfell.
—Hija, no es tu culpa, no sabías que Aemond estaba allí, ni lo que quería hacerle a Lucerys.
—Mi dragon está muerto, soy inútil.
—Cariño, no eres inútil, se lo has dicho a Rhaena.
—Rhaena jamás obtuvo un dragón y no fue su culpa, su huevo no eclosionó, yo asesine a mi dragón.
—No, no lo hiciste.
—Sí, lo hice.
—Salvaste a tu hermano.
—Boash era un bebé, y lo asesine, lo lleve a la Guerra sin que él supiese estar en una. ¡Siquiera salía sí llovía!
—Pero está en su instinto cuidarte, mi amor. —Rhaenyra tomó las manos de su hija. —Boash murió, pero no fue culpa tuya, un dragón siempre hace lo necesario para evitar que su jinete muera, su vínculo era tan fuerte que él jamás permitiría que algo te pasará.
—Rhaena al menos sirve de algo, yo soy una carga, Rhaena se fue con mis hermanos a Essos y yo quede aquí, siendo un completo estorbo.
—¿Quieres irte a Essos también?
—No, sólo voy a estorbar más.
—No lo haces mi niña. Aenyssa. ¿A dónde vas?
—Jacaerys nació y fue hijo único por poco tiempo, vino Luke y él jamás tuvo que estar solo, de niños Luke se colaba en las habitaciones de Jace, él fingía molestia y lo dejaba subir a su cama, cuando crecimos dejó de hacerlo y Jace estaba orgulloso por el hombre en el que Luke se estaba convirtiendo. Cuando partimos, Luke dijo que tuviésemos un buen viaje y volveríamos pronto, mientras todos montabamos a nuestros dragones, cuando vi a Vaghar atacar a Luke múltiples veces y aparecer de frente, pensé en ustedes, en lo mucho que te dolería perder a tu dulce niño, lo que Jace sentiría al perder a su compañero, lo que mi abuelo sentiría al perder a su Heredero, lo que Daemon sentiría por perder a su hijo, lo que Joffrey sentiría al no jugar con Luke y el que Rhaena perdiese al amor de su vida. Tomé las riendas de Boash y le ordené quemar a Vaghar, él lo hizo, fue una ardua batalla. Vaghar masticó el cuello de mi niño y cuando creí que Luke ya se había ido, sentí a Arrax debajo y volvimos aquí.