El Chico Que Puede Ver El Futuro [ZoroxRobin]

Capítulo 24.5

Capítulo 24.5: What if...

Robin llevó sus manos ensangrentadas a su rostro para intentar ocultar las lágrimas que bajaban una tras de otra y la ahogaban, se sintió cobijada por los brazos de Nami quien la abrazó con fuerza y acarició su cabello para intentar tranquilizarla mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para decirle.

- ¿Dónde está Zoro? ¿Lo vieron?

-Sanji estaba intentando traerlo con él.- susurro la pelinaranja intentando hacerla detener el llanto temerosa de que pudiera sucederle algo a Robin.- Lo traeremos con nosotros ¿si?... ¿Qué es lo que sientes? ¿Esta viniendo al mundo? ¿Necesitas ayuda?

Robin asintió limpiando sus lagrimas enmedio de una contracción que la obligó a pujar una vez más, ahora arrancandole un grito al sentir como su cuerpo quemaba gracias al movimiento del bebé en descenso por su cuerpo tenso que no quería hacerlo.

No así, no ahora.

No quería hacerlo, no quería que bajara el bebé ni que saliera a la luz su nacimiento, quería mantenerlo dentro de ella e ir tras Zoro para ayudarlo a acabar con esos monstruos, traerlo consigo y dar a luz a ese bebé como tantas veces lo habían idealizado durante las noches de guardia y no hacerlo sola enmedio del llanto en una cueva húmeda y  con el presentimiento de que Zoro no conocería a su hijo.

Pujó con fuerza un par de veces más ayudada por Nami y sintió con sus dedos la cabecita del bebé asomarse entre sus piernas así que reunió todo el valor y fuerzas que aún conservaba consigo y siguió pujando enmedio de lágrimas.

Los hombros del bebé salieron de su cuerpo y lo sintió deslizarse por sus brazos repleto de liquido y fluido enmedio de una sensación de alivio indescriptible.

Había salido.

Alargó un suspiro de alegría al escucharlo llorar y las lágrimas volvieron a bajar por sus mejillas antes de pegarlo a su pecho para tranquilizarlo, un niño pequeño que lloraba con fuerza y tenia sus pequeños puños apretados.

Contuvo la respiración al escuchar pasos alterados por uno de los pasillos, Nami se tensó de inmediato por que no quería ver la escena que iba a presentarse ante ella, no quería girar, pero tampoco quería ver a Robin.

Robin acunó al bebé entre sus brazos y sonrió limpiando el sudor y lagrimas de su rostro para descubrir que Zoro estaba llegando a ellos siendo ayudado por Sanji.

Su sonrisa desaparecio cuando se dio cuenta que Zoro iba hacia ella, pero no de la manera que hubiese esperado que lo vería llegar.

Sanji era el único que caminaba de forma tambaleante, Zoro venía a su costado siendo sostenido por él por completo mientras arrastraba los pies y la cabeza la llevaba agachada.

-Oh... Zoro.- Robin se puso de pie ignorando por completo el temblor y ardor entre sus piernas.- ¡Zoro! ¿Qué fue lo que paso?

El levantó un poco el rostro al escucharla y sus ojos brillaron, tenía sangre corriendo por el rostro, tosía con insistencia sacando sangre de su boca y parecía tener uno de sus brazos desgarrado por que estaba bañando en sangre y colgaba por su costado, dos de sus tres katanas colgaban de su cintura.

-El Maldito idiota lo hizo.- Mascullo Sanji caminando con dificultad hasta llegar a ellas.- Acabó con cuatro de esos desgraciados él solo.

-¿Cuatro?- Preguntó Robin sorprendida, su corazón golpeaba su pecho con mucha fuerza, necesitaba acercarse para verlo y asegurarse de que estaría bien.- Había tres cuando lo deje solo.

Zoro se alejó de Sanji para caminar lentamente hacia Robin, sus pasos eran temblorosos e inestables y no alcanzó a llegar hacia ella por que sus piernas fallaron y terminó en el suelo de rodillas.