Capítulo 23.5:

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Capítulo 23.5: what if...

La respiración de ambos era irregular, Robin tuvo que colocar sus manos contra un árbol para intentar tomar bocanadas de aire por que sus pulmones imploraban un poco de piedad, sus piernas temblaban y su espalda ardía con intensidad cada pocos minutos, sin contar que tenia una herida considerable en el brazo izquierdo y la constante presión en su pecho de la incertidumbre al no saber que era lo que estaba sucediendo.

Zoro miró hacia todas direcciones, aún no se lograba ver a nadie a la distancia pero no tardarían mucho en alcanzarlos, habían estado huyendo y enfrentandose a ellos por largas horas y esa cantidad de actividad física era todo lo no recomendado para Robin y su situación.

Zoro sacó de la mochila que llevaba en el hombro una botella de agua y la extendió hacia la morena, quien no dudo en buscar tomar de la misma, con manos temblorosas dio un par de sorbos antes de inhalar con profundidad y extender la botella de regreso a Zoro.

-¿Te sientes muy mal?- Preguntó Zoro hacia ella tocando su frente, se sorprendió al sentir la temperatura de su cuerpo.- ¿Quieres detenerte?  Podemos ir a refugiarnos en algún lugar cercano mientras.

Ella estaba hirviendo, sentía su piel ardiente quemar en contacto con su mano y eso lo preocupaba, sabia que no debía subirle mucho la temperatura.

-No, puedo seguir avanzando.- Susurró con dificultad, cada palabra que daba era como si le quemara la garganta, imploraba por un vaso de agua fría, quería acabarse la botella de agua y recostarse en el suelo a descansar un rato, dejar de sentir las piernas hormigueando.- Andando antes de que lleguen hasta nosotros, ya falta poco para llegar.

Zoro la miró por unos segundos, ella tenía las mejillas rojas y los ojos le lloraban sin que pudiera evitarlo pero sabia que no iba a demostrar debilidad bajo ninguna circunstancia e iba a forzar su cuerpo al máximo en todo momento aun cuando él exigiera no hacerlo.

Después de todo era Robin de quien estaba hablando, una mujer fuerte.

Los pasos pesados detrás de ellos comenzaron a escucharse cercanos así que tuvieron que echarse a correr una vez más para ampliar la distancia entre aquellos seres extraños y ellos, Robin tuvo que llevar una mano a su cuerpo para mantener todo en su lugar mientras corría por que era doloroso dar los saltos al momento de correr ya que rebotaba y sentía los fuertes tirones.

Ante ellos a lo lejos se alzó justo lo que estaban buscando para resguardarse y esperar a los otros, el lugar en donde habían decidido rápidamente encontrarse, en las cuevas de piedra que habían visitado el día anterior mientras paseaban la isla, ya conocían las entradas, las salidas y los caminos que recorrian toda la enorme montaña que partía la isla a la mitad, sobretodo por que Robin las había investigado cuando entraron a verlas.

Recorrieron el espacio que les faltaba entre pasos apresurados y observaron por sobre sus cabezas el pequeño agujero que iba a asegurarles una entrada, ese era el lugar al que debían llegar para estar a salvo por que daba acceso un poco limitado a las cuevas.

Zoro miró a Robin de reojo, ella tenía los labios abiertos y respiraba por la boca con dificultad, las manos le temblaban y se recargo contra la dura piedra de la cordillera justo al llegar.

Zoro fue consiente del hecho de que no iban a alcanzar a cruzar ambos por ahí a tiempo, y aquellas bestias eran demasiado insistentes como para alejarse tras verlos desaparecer, si no que seguro harían un escándalo y conociendo su fuerza eran capaces de destruir el lugar con ellos dentro.

Él alargó un suspiro sabiendo lo que tenia que hacer y se quitó de encima el abrigo para ponerlo sobre los hombros de Robin a pesar de que estaba hirviendo, ella lo miró sin comprender qué era lo que estaba haciendo por que tenia calor y quería quitarse todo de encima, no ponerse encima más ropa.

El Chico Que Puede Ver El Futuro [ZoroxRobin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora