𝗢𝗡𝗟𝗬 𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟...
𝐊| ¡Puedes irte al diablo! Oh, espera.. ¿Cómo funciona esto? ¿Tengo que decir que te vayas a..? Sabes, solo jo-de-te.
𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞, Keanna se muda a
Corea del sur con finalidad
de encontrar a los que
ocasionaron su tristeza...
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Asia oriental, 1814
Emilie Montmorency, la cuarta hija de cinco del matrimonio de Pascal y Juana Montmorency, los monarcas del Reino de Cerdeña. La más curiosa de los cuatro y también la consentida del Rey Pascal, desde pequeña despertó esa hambre de querer saber más allá que el resto, y ninguna persona se ha atrevido a negarle sus conocimientos, nisiquiera su propio padre, es por esa razón que cuando la princesa ha pedido unirse al viaje que su padre haría hacia Asia Oriental, no se le negó a dicha petición.
Emilie Montmorency, la bella princesa que más de un heredero deseaba tener como compañera de vida, como ese ancla que les ayude a mantenerse firmes en el mandato de sus reinos. Su piel bronceada, ojos color miel, hoyuelos en sus mejillas y un cabello rebelde que parecía lucir siempre desordenado. Pero lo que captaba la atención más allá de su belleza física, era su docilidad, su inteligencia pero también el que sabía con exactitud cuál era su lugar.
Emilie fue siempre la protegida de sus tres hermanos mayores, quienes la trataron como su mayor tesoro. A pesar de que estuviera Antonieta, la quinta hija del matrimonio, siempre fue primero Emilie. Y es que desde décadas atrás que no nacía una mujer con sangre azul, por ello la llegada de la princesa Emilie fue la luz para todos.
El matrimonio arreglado con Arvid de Suecia, fue algo a lo que la princesa nunca se opuso. No al menos hasta llegar a aquel país asiático, en el que conocería lo que es un amor de verdad. Un amor en el que los sentimientos están involucrados en su totalidad, y no donde se tenga que obligar a tenerle cariño a otra persona solo por beneficios comerciales.
El primer encuentro entre Emilie y Yi-Sun fue al día siguiente de la llegada del monarca y su hija. Hubo algunas miradas llenas de intensidad, a las que la chica estaba bastante acostumbrada, sin embargo hubo algo que la obligó a voltear para encontrarse con ese hombre que sin perder ningún segundo le sonrió.
La intensidad de la noche oscura en los ojos de él, y el atardecer dorado en sus ojos se encontraron por más tiempo del que estaba permitido. No tenían en mente que las aventuras empiezan con una mirada cómplice, esas que no muchos pueden tener con una persona que recien conocen.
Emilie y Yi-Sun no sabían lo que el destino les preparaba.
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Nota: Aclaro que no tengo mucha idea sobre la historia antigua Coreana e italiana así que esto viene desde mi cabeza y no se atiene a ningún escrito sobre la cultura antigua de estos países. Así que esto se basara en ellos, y en no en la cultura.
