Little Cat 2 (Jimin, Jungkook, Yoongi y tú) +18

Parte 52: Final.

La noche estaba algo fría, el bosque cantaba con el sonido de las hojas de los árboles moviéndose y los híbridos estaban listos para partir de una vez por todas.

Hari miró a los humanos con melancolía y se acercó al mayor de ellos para abrazarlo con fuerza, sabiendo que le debía mucho.

— Nunca voy a olvidarte, Seok Jin. — el nombrado sonrió sin soltarla aún y cuando se separaron, el joven limpió las lágrimas que caían por las mejillas de la leopardo.

— Te amo, Hari. Sé que estarás en buenas manos.

La pelinegra miró al joven a su lado y lo abrazó de igual manera.

— Gracias por todo, Tae-Tae. — le dijo — No sabría escribir ni leer si no fuera por ti.

— Ya sé, enana. — revolvió su cabello — Espero que te portes muy bien y que puedas enseñar a las próximas generaciones en la aldea.

— Así será. — Hari miró a Ji Eun y le sonrió para luego tomarla de las manos. — Me hubiese gustado conocerte más. Quiero agradecerte por haber cuidado de Chimmy cuando yo no podía.

— Dile que lo extrañaré mucho.

— Te aseguro que él está igual que tú.

— Muchas gracias por todo, Hari. Si no fuera por ti, no hubiese conocido a estas personas. Son maravillosas y ... Sé que cuidarán de mí.

— Te aseguro que sí. — miró de reojo a Seok Jin — No te rindas, sé que, a partir de ahora, serás muy feliz, Ji Eun.

Ambas se abrazaron una vez más y Hari pasó con So Hye.

La mayor la miraba con tristeza, sabía que habían tenido malos entendidos, pero se querían de alguna manera.

— Si no fuera por ti, quizás estaría muerta.

So Hye negó.

— No digas esas cosas. Yo hice lo que tenía que hacer y no me arrepiento de nada, Hari.

— Unnie, tal vez no te lo decía seguido y ... Después de nuestros problemas, nos alejamos mucho una de la otra, pero ... Te quiero mucho.

So Hye la abrazó sin poder esperar más y cuando se separó de ella, limpió sus lágrimas.

— Nunca me arrepentiré de haberle dicho a este tonto que te resguardáramos. — le dijo la mayor, refiriéndose a Jimin, quien se encontraba a su lado.

Hari lo miró y apretó los labios, sabiendo que, posiblemente, jamás se volverían a ver.

— Te voy a extrañar mucho. — le confesó el mayor — Lo sabes. ¿Verdad?

— Así como sé que podrás superarme, Jimin.

— Lo sé. Tal vez me tome un tiempo, pero estaré bien.

— Gracias por todo. Me diste un techo dónde dormir, algo qué comer, amor, cariño, felicidad, tristeza, enojo. Pero sobre todo, gracias por enseñarme a amar. Sé que no nos fue tan bien que digamos, pero de alguna manera me hiciste crecer. Me enseñaste muchas cosas y entre ellas, a cómo cuidarme yo misma. Muchas gracias, Jimin. De verdad.

— Mi casa se sentirá muy sola ahora que no estarás.

— Sé que podrás salir adelante.

— Pero olvidarte, jamás.

Hari le sonrió una última vez y se despidió de él con un abrazo.

Jimin sentía que una parte de él se iría para siempre, pero por primera vez después de alejarse muchas veces de ella, ya no se sentía mal. Sentía cómo si por fin fuera libre.