Parte 32

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Hari arqueó su espalda y jadeó más que excitada al sentir cómo el mayor adentraba más profundo sus dedos. La feminidad de la pelinegra estaba completamente húmeda y los sonidos que se producían por aquel contacto con la mano del pálido, la estimulaban cada vez más.

—Ah, ah, ah... ¡Ah!... Yoongi...

—¿Más? — la menor asintió en respuesta sin poder abrir los ojos del todo.

—¡Ahh!... Mgh ... Me... Me voy a ... ¡Ahh! ¡Ah! ¡Ah!

—Eso es, gatita... — el mayor trató de profundizar más las embestidas, deleitándose con las expresiones tan placenteras de la felina — Respira... Tranquila, preciosa...

—Ya no puedo más... — sollozó escondiéndose en su pecho, tratando de refugiarse. — Quiero que esto acabe ya.

—Shh... — la acarició mientras trataba de calmarla — Ya se está terminando. Tranquila. Mañana ya no tendrás nada. Hoy estás más calmada que los días anteriores. Eso quiere decir que, a partir de mañana, todo volverá a la normalidad. — Yoongi escuchó a Hari llorar sin querer soltarlo y soltó una risita enternecido — ¿Siempre lloraste en tus ciclos de celo? — Hari se removió incómoda y asintió — No debes sentirte mal. Sólo es una semana difícil. Es todo.

—No me gusta. Jamás me gustó.

— Está bien. Tranquila. Pero de alguna manera, debes empezar a acostumbrarte. Es tu cuerpo y también tu naturaleza. Debes amarte tal y como eres.

—Las humanas no tienen que pasar por todo esto.

—Las humanas tienen otro tipo de problemas.

—Lo que sea, es mejor que esto.

— Quién sabe. Las he visto quejarse.

—No quiero ser más una híbrida. — lo apretó contra su cuerpo. — Hay muchas cosas que me hacen desear no serlo.

Yoongi la escuchó con atención y suspiró decaído al oírla decir aquello.

—Hari, amor, mírame. — la separó un poco de él y la hizo mirarlo. — ¿Qué pasa? Pensé que ya habíamos hablado de eso. Pero sigues mostrando indicios de no estar contenta contigo misma. — llevó una de sus manos a su mejilla y la acarició con ternura y cariño — Eres hermosa, Hari. No hay razones para odiarte.

—No me siento contenta. Es todo.

—Preciosa, sé que es algo más. — la miró a los ojos — Sabes que puedes confiar en mí, Hari.

La menor lo miró fijamente y se le acercó para besar en un beso rápido sus labios.

—Lo sé. Pero no... No me siento lista para decírtelo. — Yoongi la miró desconcertado.

—Entonces sí ocurre algo.

— Yoongi... Yo... Quisiera contártelo. Pero... Tengo miedo a que... A que nunca me perdones.

—¿Nunca perdonarte? Amor, ¿qué podría ser tan malo? — Hari lo miró fijamente y suspiró decidida a hablar del tema.

No sabía lo que pasaría después, sólo pensaba en librarse de Shun Jian cueste lo que cueste.

—Yo... Hice algo muy malo. — desvió su mirada de la del pálido. Yoongi acunó su mejilla y la hizo levantar la vista.

—¿Qué ocurrió, pequeña?

—Jungkook ... Y yo ... — Yoongi, al escuchar aquel nombre, la miró empezando a preocuparse, logrando inquietar a la menor. — Jungkook y yo nos hicimos muy amigos. — finalizó, rindiéndose en el proceso — Somos mejores amigos y ... Tenía miedo a decírtelo.

Little Cat 2 (Jimin, Jungkook, Yoongi y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora