Little Cat 2 (Jimin, Jungkook, Yoongi y tú) +18

Parte 33

—¿Te sientes mejor? — Hari miró a su líder y asintió con una leve sonrisa — Se te nota.

—¿Ya puedo salir?

—Sí. Pero con mucho cuidado, princesa. Le diré a Ji Hyo que te acompañe todo el tiempo. Así estaré más tranquilo. También le diré a Jungkook que esté al pendiente de cualquier cosa.

—Muchas gracias, Yoongi.

—No tienes nada que agradecer. — le dijo acariciado su mejilla — Sabes que cuidaré de ti siempre. Y si llegara a pasarte algo, por favor, dime de inmediato. Ten por seguro que me encargaré del problema. ¿De acuerdo? — Hari asintió y rodeó al pelinegro en un abrazo, el cual le fue correspondido por el mayor — ¿Segura que ya te sientes mejor?

— Muy segura.

— Bueno. — se separó de ella — Tengo que encargarme de algunas cosas como siempre. Quizás te vea más tarde. ¿Está bien?

—De acuerdo. ¡Oh! ¿Puedo ir a ver a los señores Park con Ji Hyo?

— Aún no entiendo por qué te gusta tanto ir ahí. Pero está bien.

—Gracias. — lo abrazó de nuevo.

—Pero no te demores demasiado. ¿Sí?

—Intentaré no hacerlo.

— Y no vayas sola.

—No lo haré.

Yoongi la miró fijamente y acarició su mejilla una vez más, pensando que Hari era lo más preciado que tenía. Sabía de antemano que si aquella pelinegra desaparecía, no quedaría nada de él.

— Te amo.

Hari lo miró a los ojos y le sonrió cálidamente, parándose levemente de puntitas para besar en un beso rápido sus labios.

—Yo también te amo, Min Yoongi.

Y ahora estaba más que segura de lo que sentía.

…

Hari caminaba tranquilamente por los pasillos, olvidando que alguien la seguía todo el tiempo.

Shun Jian caminó tranquilamente detrás de la pelinegra y cuando encontró el momento indicado, la tomó bruscamente del brazo y la giró estampándola contra la pared.

Hari cerró los ojos por el impacto y lentamente los fue abriendo, percatándose del pelinegro frente a ella.

El miedo comenzó a invadirla y trató de alejarlo de ella sin mucho éxito.

—Quédate quieta. — le habló con dureza, apretando sus muñecas llegando a lastimarla.

—¡Agh!

—¡Shh! — el mayor trató de callarla, mirando a su alrededor para cerciorarse de que nadie los estuviera viendo. — Vamos a mi habitación. — Hari negó enseguida, no queriendo ir con él a ningún lado. — No te estoy preguntando, te lo estoy ordenando, Jia Li.

—¡Deja de llamarme así! — lo miró fulminante — Mi nombre es Hari.

— No, cariño. Tu nombre real es Jia Li. — la apretó más, tratando de controlarla — Lo sé porque yo estuve a tu lado el día que naciste.

Hari dejó de batallar contra él y lo miró poco convencida.

—¿De qué hablas?

— Estuve junto a ti el día en que tu madre decidió ponerte Jia Li como nombre.

—Es mentira. ¡Tú jamás conociste a mis padres!

—Claro que lo hice. — la miró enojado al notar la insistencia de la menor por querer soltarse de su agarre. — Los conocí porque tus padres también eran los míos. — la pelinegra se quedó estática en su lugar y lo miró aterrada. — ¿Qué? ¿No te esperabas eso, "hermanita"?