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MAIA

DESPUÉS DE DOS MESES EN LA OTRA PUNTA DEL MUNDO, tanto Maia como los chicos tuvieron que volver a la realidad de sus vidas

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DESPUÉS DE DOS MESES EN LA OTRA PUNTA DEL MUNDO, tanto Maia como los chicos tuvieron que volver a la realidad de sus vidas. Y eso significaba que dejaría de pasar tanto tiempo con Pipe, con sus amigos y, desgraciadamente, con Juani. Después de regresar de Qatar, Maia se encontró nuevamente inmersa en su vida cotidiana, lejos del emocionante ambiente del Mundial y de la compañía constante de los chicos. Volvió a su rutina de trabajar en su proyecto de fin de máster, pasando largas horas en su piso de manera solitaria, sumergida en su trabajo y en sus pensamientos.

Se encontró echando de menos los momentos compartidos con Juani y los demás, recordando con nostalgia las risas, las conversaciones y la camaradería que habían experimentado juntos en el hotel en Qatar durante aquellos dos meses.

Pero los chicos tenían que reanudar las grabaciones del inicio de la película (en poco tiempo se irían a España a grabar a Granada y Maia no quería pensar en ello), y ella también tenía que coger el ritmo de su vida diaria.

Sin embargo, a medida que pasaban los días, Maia se dio cuenta de que las reuniones con Juani y sus amigos se volvían cada vez más esporádicas. La distancia física y las responsabilidades cotidianas parecían dificultar la posibilidad de reunirse con la misma frecuencia que durante el Mundial.

A pesar de todo, Maia se esforzaba por encontrar un equilibrio entre su vida cotidiana y su deseo de mantener su conexión con Juani y sus amigos, en especial, con el primero de ellos.

Había pasado de dormir a medio metro de él en la misma habitación a tener que dar un paseo de cuarenta minutos andando para quedar con él en su piso o en el de ella en la misma ciudad.

Lo sé. Era una puta mierda.

—¡Has llegado!—Juani le recibió con los brazos abiertos y con una sonrisa de niño pequeño.

Pero a ellos no le importaba hacer el esfuerzo.

—Sííí. Ya he llegado...

—Vení. Tengo todo listo para una sesión de peli y manta para acompañar este tiempo de mierda.

—Pero si hace Sol y no hace frío...

—Pues eso: Un tiempo de mierda.

Maia sonrió.

—Sé que lo dices porque te dije que me gustaban más los días lluviosos que los soleados, Juani. Pero no podes mentirme: Yo sé que amas los días como el de hoy y pasear.

—No. Que va...

—Dime que no te mueres por ir a pasear al parque mirándome a los ojos y me lo creeré.

𝐌𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐄𝐓──𝙅𝙪𝙖𝙣 𝘾𝙖𝙧𝙪𝙨𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora