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JUANI

—MIRA

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MIRA. ESA ES LA PUERTA A4–señaló Maia apartando su brazo entrelazado del de Juani haciendo que este sintiera momentáneamente una sensación extraña en el cuerpo.

Durante todo el trayecto hasta la puerta de embarque, ella se había mantenido rígida e inseguridad, caminando a su mismo ritmo como un palo y sin siquiera dignarse a mirarle a la cara. Juani le había intentado sacar algún que otro tema de conversación, pero Maia no parecía muy dispuesta a querer hablar con él.

Juani no se lo tomó a lo personal, ya que al ver la expresión de terror de ella al ver a Pipe con sus maletas junto a Simón, Fernando, y Felipe (Ramusio) le quedó claro que ella no tenía intenciones de querer hablar con nadie.

—¡Estamos acá!—gritó Simón con una sonrisa agitando sus brazos y llamando la atención de ambos.

Maia soltó un leve suspiro y Juani chocó su codo con el de ella.

—Eh. Somos buena onda. No tenes que preocuparte por nosotros.

Ella se encogió de hombros.

—Ustedes son demasiado... Amables.

Bah. Seguro que tú también lo sos.

Ella rechistó mientras ambos caminaban hasta los demás.

—No me considero especialmente sociable.

—Eso no tiene nada que ver con si sos buena persona—murmuró Juani con una sonrisa queriendo reconfortar a la chica—. Vamos. Yo te presento a los demás.

Maia lo miro con una sonrisa apenas perceptible y él tragó saliva. Era la primera vez que la veía sonreír y había merecido la pena: Tenía unos dientes blancos algo torcidos pero bonitos, unos labios finos que se solían curvar hacia abajo pero que esa vez (y gracias a él) habían decidido apuntar hacia el cielo logrando que a Juani se le olvidara por un momento como se respiraba.

Parpadeo rápidamente y llevó la mano al cielo saludando a los demás.

—¡EEEEEH, BOLUDOSSS!

—¡Amigooooo!—Felipe (o Ramusio, como le gustaba llamarlo para diferenciarlo del hermano de Maia) se acercó a recibirlo con los brazos abiertos y los dos se palmearon la espalda—. ¡Que alegría verlos acá!

Maia se acercó a ellos tímidamente y su hermano se posicionó a su lado entregándole su maleta.

—Eh. Ya veo que se conocieron—dijo señalando a Juani y haciendo que Maia asintiera con los labios fruncidos—. ¿Todo okey?

𝐌𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐄𝐓──𝙅𝙪𝙖𝙣 𝘾𝙖𝙧𝙪𝙨𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora