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2022
Maia no se imaginaba la vida sin Pipe. No solamente era su hermano mayor, sino que además era su mejor amigo en el mundo entero y lo quería con cada célula de su cuerpo. Él siempre la había defendido en el colegio cuando se metían con ella y a cambio Maia le hacía los deberes de matemáticas como gesto de buena voluntad ya que era nefasto.
Su hermano era de las pocas personas que la mantenían cuerda a día de hoy.
Pero cuando Felipe le ofreció irse con ella de viaje a Qatar para ver el Mundial de Fútbol durante casi dos meses, Maia estuvo a punto de pegarle un puñetazo en la nariz.
Ella se encontraba en el sofá de su piso de estudiante de máster promedio mientras que Pipe le hablaba por videollamada con expresión de ilusión y energía.
—Daleeeee, Mai-Mai. Será el evento del año. Que mierda. ¡Del siglo! El último año de Messi para poder...
—¿Podes cerrar la bocota, Feli?—rogó su hermana menor con el ceño fruncido—. ¿Me queres decir que hago yo allá en Qatar contigo sola?
—A vos te encanta el fútbol también, boluda. No te hagas la remolona. Además....—murmuró Pipe en voz más baja—. No iríamos solos.
Eso llamó la atención de Maia.
—¿Quién irá?
—Algunos amigos míos del elenco de...
«La Sociedad de la Nieve.»
Esa era la película que Pipe estaba grabando aún y que saldría a principios de 2024 y que ocupaba todo su tiempo y hacía que Maia no tuviera con quien hablar. Por temas legales y confidenciales, su hermano no le había podido dar mucha información acerca del proyecto, pero solo hacía falta escuchar el nombre del director (Juan Antonio Bayona) para saber que sería un taquillazo y un proyecto grande.
Maia se sentía incómoda ante la idea de tener que interactuar con más personas de su edad, especialmente si eran los amigos de Felipe, ya que su hermano le había hablado muy bien de todos ellos y temía no caerle bien a ninguno. Imaginaba que los chicos, aunque probablemente amigables, podrían ser personas con personalidades muy diferentes a la suya y temía no encajar o sentirse fuera de lugar en el grupo, lo que aumentaría su sensación de incomodidad. No quería ser la acoplada en el plan y mucho menos quería avergonzar a Pipe delante de sus amigos.
Además, Maia sabía que la presencia constante de Felipe podría agregar una capa adicional de presión sobre ella. Aunque lo amaba y confiaba en él, temía que su hermano quisiera asegurarse de que se divirtiera y encajara con sus amigos, lo que podría hacer que se sintiera aún más incómoda e insegura.
—No sé, Felipe. Tengo muchas responsabilidades acá, y no puedo permitirme un viaje tan largo en este momento—era una excusa hueca, pero servía.
Felipe tras la pantalla, le rechistó.
—Maia, sería una experiencia única. Podes relajarte y tomarte un descanso de tus estudios por un tiempo. Los dos sabemos que vas muy adelantada en tu trabajo de fin de máster y no tenes exámenes que aprobar. Además, sería una oportunidad para pasar tiempo juntos y disfrutar del partido con mis amigos y salir un poco. ¡Son todos muy divertidos! ¡Te caerían bien!
Maia no estaba segura de que eso fuera a ser verdad.
Sin embargo, la chica pensó en las palabras de su hermano, sintiéndose tentada por la idea de desconectar por un tiempo y se mordió el labio.
Aunque al principio le preocupaba dejar a un lado sus responsabilidades académicas, se dio cuenta de que tenía el trabajo de fin de máster casi terminado y que no tenía exámenes pendientes en ese momento y se relajó. Sentía que había alcanzado un punto en su trabajo de fin de máster donde podía permitirse tomarse un descanso temporal y dedicar tiempo a otras experiencias y oportunidades, como acompañar a su hermano al Mundial.
Felipe leyó la indecisión en los ojos de su hermana y continuó argumentando.
—Llevo mucho tiempo sin verte. Desde el último ingreso...—su hermano se quedó callado mientras hacía que Maia recordara los meses del verano pasado—. Lo siento. No lo he pensado...
—Está todo bien, Feli. No te disculpes.
Maia reflexionó sobre las palabras de Felipe y sintió una chispa de emoción crecer en su interior. Le vendría bien desconectar...
—Bueno... Solo tengo dos requisitos para ir—Maia se contuvo una sonrisa al ver los ojos brillantes de alegría de su hermano—. Lo primero... Vos me pagas el billete de ida y vuelta. Estoy sin plata...
—¡Yo te lo pago!—aplaudió victorioso el chico—. ¿Y lo segundo?
—No tenes que me cuidarme como a una nenita todo el rato cuando estemos allá. No quiero que no te lo pases bien con tus amigos por estar yo con vos.
—Sos una tonta. ¡Claro que no! Es más: Tú harás amigos entre los míos, estoy seguro. Son todos unos pelotudos, pero son buena onda.
—Lo dudo mucho.
—Bueno. Ve haciendo la maleta.
—¿Y esa prisa?
—Salimos en dos días. Tenes que ir preparándote porque nos vamos a Qatar.
_______________________________ un prólogo cortito, pero el cap siguiente será más larguito. opiniones de maia? y de feli? yo quiero un hermano así.
