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TAYLOR

La parte de abajo de mi casa; concretamente la entrada y el salón, estaban destrozados. No eran daños mayores como dijo mi padre, pero si estaba todo destrozado y por supuesto el maldito coche de Nick metido en mitad de la casa.

Nos había tocado desde bien temprano venir los dos solos a encargarnos de arreglar mi casa. Los dos vestidos con ropa vieja y sin saber por donde comenzar ya que todo era un caos.

- No se por donde comenzar - escuché a Nick suspirar a mi lado. Lo miré y alzé una de mis cejas.

- Podrias empezar por sacar tu maldito coche de mi casa.

- No creo que pueda sacarlo yo solo.

- ¿Necesitas ayuda? - me crucé de brazos y sonreí.

- No necesito tu ayuda - pasó por mi lado chocando nuestros brazos.

Nick se puso frente al coche. Por razones bastantes obvias no podía arrancar el motor ya que se había roto, así que la opción que quedaba era empujar el coche hasta sacarlo al exterior.

Lo empujó una vez y el coche no se movía.

Lo intentó una segunda y el coche seguía sin moverse.

A la tercera lo escuché maldecir mientras seguia empujando y el coche seguía en el mismo lugar.

Solté una carcajada y Nick se giró a mirarme con cara de pocos amigos.

- ¿Te vas a quedar ahí parado?

- ¿Necesitas ayuda?

- ¿No es obvio? - señaló el coche - no puedo sacarlo yo solo.

- Eres tan orgulloso - susurré mientas caminaba hasta donde estaba él - no es tan complicado pedir ayuda.

- Déjame en paz y ayúdame a sacar el coche de aquí.

- A sus órdenes.

Nick y yo pusimos nuestras manos en la parte delantera del coche y empujamos poco a poco hasta que el coche iba saliendo de la casa.

Seguimos empujando hasta que por fin pudimos sacarlo al exterior. Y ahora venía lo peor, que era arreglar la casa.

- Para la próxima vez, te piensas mejor donde aparcar el coche.

- Gilipollas - susurró y entró en la casa pasando por mi lado e ignorandome.

- Te toca arreglar la puerta - le dije una vez me puse a su lado.

- ¿Por qué yo y no tú? - frunció el ceño.

- Tú la rompes, tú la arreglas - sonreí mostrando todos mis dientes - esta mañana han traído una puerta nueva, la tienes justamente en esa esquina. Así que a trabajar - di dos palmadas.

- No te soporto joder.

- Te jodes - le enseñé mi ya famoso dedo corazón.


La mitad de la mañana había pasado entre miradas de odio de Nick hacia mí, de leves empujones cuando pasaba por mi lado y de silencio, mucho silencio; raro en Nick ya que nunca dejaba de hablar y de insultarme cada vez que tenía una ocasión. Pero hoy era diferente y aunque nunca fuimos cercanos ni de lejos, hacia bastantes años que lo conocía y sabía que algo iba mal con él.

I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora