I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

EPÍLOGO 2

NICK

TRES AÑOS DESPUÉS

Silencio es lo único que se escuchaba en esta enorme casa desde que Dylan salió de viaje con mis padres a la playa.

Habían decidio ir todos juntos a la playa y Taylor y yo por motivos de trabajo nos había tocado quedarnos en casa. Pero esta noche la teníamos libre y sin Dylan corriendo por la casa la verdad es que estaba todo bastante silencioso.

- Mi vida - lo llamo pero Taylor parece que se había quedado dormido viendo una película - amor - voy dejando besos por todo su rostro.

- Dime bonito - me dice con los ojos cerrados.

- Echo de menos a Dylan, ¿tú no?

- Mucho de menos - abre los ojos y me mira - ¿él nos estará echando de menos?

- Espero que si.

Una idea llevaba rondando en mi cabeza desde hacía bastante tiempo y por supuesto que quería hablarla con Taylor.

- Amor - lo llamo de nuevo cuando noto que vuelve a cerrar los ojos - ¿no te parece que esta casa es enorme para los dos?

- A mi me gusta.

- Ya, y a mi. Pero aquí los dos solos...

- Está Dylan también.

- Pero podría haber más gente ¿no te parece?

Quito mi cabeza que la tenía apoyada en su hombro y me siento de frente en sus piernas.

- ¿A más gente te refieres a...?

- Me gustaría ser papá.

- ¿Quieres adoptar ya? - pregunta con una sonrisa.

- He pensado otra cosa. Aquí en este país es totalmente legal hacer lo que tengo en mente - tomo una pausa antes de soltar la bomba - sería una gestación subrogada con donación de óvulos.

- Eso sería...es hermoso Nick. Un hijo de los dos.

- ¿Te imaginas? - no puedo evitar sonreir al imaginarlo - aquí es totalmente legal que una mujer los tenga para nosotros y sería hermoso porque sería de los dos.

- ¿Y qué te gustaría que fuera?

- Admito que una hermosa niña. Pero mientras venga sano o sana al mundo da igual.

- Mañana mismo podemos ir a preguntar a una clínica ¿qué te parece?

- Que ya lo estoy deseando - contesto emocionado.

Corro por toda la casa con el teléfono en la mano en busca de Taylor. Lo busco por casi todas las habitaciones, hasta que doy con él en el jardín en donde está haciendo un poco de deporte.

- ¡Taylor! - da un sobresalto y mira para atrás - me acaban de llamar por teléfono.

Me acerco hasta él corriendo y casi escupiendo un pulmón por la boca por haber corrido por toda la casa.