32

437 59 53
                                    

NICK

La noche había caído y la fiebre de Taylor también había bajado un poco más. Lo tenía abrazado a mi cuerpo como un koala; sus piernas enredadas en las mías y sus brazos alrededor de mi cuerpo.

Después de un fin de semana perfecto, todo se había vuelto a ir a la mierda con la llegada de mi padre y con la fiebre de Taylor. Era cierto eso que dicen que cuando mejor van las cosas es cuando viene lo peor y lo más doloroso, y a mi, volver a ver a mi padre me había removido todo de nuevo.

- Taylor, tienes que comer algo - le dije por quinta vez.

- No - murmuró contra mi cuello - y no me llames Taylor.

Solté una risa al escucharlo.

- ¿Y cómo quieres que te llame? - jugué con sus rizos; enredandolos en mis dedos.

- Como siempre lo haces.

- Eres como un bebé ahora mismo - dejé un beso en la punta de su nariz - voy a bajar a la cocina a preparar algo para que comas.

- No - me abrazó con fuerza - quédate aquí.

- No seas cabezota Taylor, llevas horas sin comer nada y has tenido mucha fiebre.

- Es que no quiero comer nada.

- No hay discusión para esto.

Caminé hasta la puerta, no sin antes girarme y darle una última mirada. Se había tumbado de nuevo en la cama boca abajo.

Por suerte la fiebre había bajado un poco, pero Taylor era pésimo cuando se enfermaba. Se volvía cabezota y no quería acatar órdenes cuando debía de tomarse un medicamento. Pero estar enfermo también lo ponía sumamente tierno y cariñoso y yo amaba que lo fuera por que me podía pasar horas abrazandolo o simplemente jugando con los rizos de su cabello que tanto me gustaban.

Cuando bajé a la cocina, Rob ya le estaba preparando una sopa caliente. Lo ayudé en todo lo demás mientras me preguntaba sobre el tema de mi padre. Rob lo sabía absolutamente todo y era bastante fácil hablar con el de estos temas.

Como si fuera mi propio padre. Siempre lo había dicho a boca llena.

Coloqué toda la cena de Taylor en una bandeja y cuando entré de nuevo en la habitación, seguía boca abajo. Pero esta vez estaba mirando por la ventana la lluvia que estaba cayendo esta noche.

- Servicio a domicilio - caminé hasta dejar la bandeja en la mesita de noche - cuando bajé, Rob ya estaba preparando algo de sopa.

No dijo nada, ni mucho menos me miró cuando me puse de cuclillas frente a él. Únicamente cerró los ojos y giró el rostro para el otro lado.

¿Qué le estaba pasando?

- Taylor ¿qué pasa?

- Sigo sin encontrarme bien - contestó en voz baja.

- ¿Te ha subido la fiebre?

Rodeé la cama, me senté a su lado y pasé mi mano por su frente.

Joder...le había subido de nuevo.

Lo incorporé como pude en la cama; sentandolo para que apoyara su espalda en el cabezal. Estaba chorreando en sudor, así que le quité la camiseta para dejar su torso desnudo y le eché una simple sábana por encima.

I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora