I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

5

NICHOLAS

UN MES ANTES

Fiesta, alcohol y borrachera no era una buena combinación para esta noche.

Yo siempre había sido de los que no bebían, pero esta noche era lo que más me hacía falta. Beber y romperle la cara al estúpido de Taylor por supuesto.

Lo busqué por toda la fiesta y no lo encontraba en ningún lado. Pregunté a nuestros amigos más cercanos y ninguno sabía donde se había metido.
El muy imbécil seguramente se estaría escondiendo de mí, pero yo era mucho más listo que él y no iba a tardar en encontrarlo.

Miré en una esquina donde se encontraban unos largos sillones en donde la gente bebía y hablaban tranquilamente, y en una esquina estaba Taylor borracho, sin poder dar un paso. Y el caso es que yo estaba peor que él, y alcohol y enfado no era nada bueno.

Caminé hasta Taylor tanto como mis pies me dejaban. Pasé entre personas borrachas, parejas besándose y metiendose mano hasta que llegue hasta él y me puse de frente.

- Aquí estás maldito.

Taylor me miró y todo el color de su rostro se bajó enseguida. Se había quedado totalmente blanco.

- ¿Huyendo de mí? - me crucé de brazos.

- ¿Perdona? - gritó por encima de la música - no te escucho nada.

- Me estás escuchando perfectamente.

- Sigo sin escucharte.

- ¿Qué le has hecho a mi puto coche? - le grité tan fuerte que sus amigos se giraron a mirarnos.

- ¿Tu coche dices...?

Iba a partirle la cara lo juro por Dios.

Lo cogí del brazo y lo arrastré entre la gente hasta que llegamos a unos de los baños que estaban vacios. Lo empujé dentro y cerré con pestillo la puerta.

- ¿Que le has hecho a mi coche? - le volví a preguntar - he ido a cogerlo para venir a la fiesta y me lo he encontrado cubierto de papel y en todos ellos habían una puta polla Taylor.

- Que capullo el que lo haya hecho.

- Y ese capullo eres tú.

- Esta vez no he sido.

- ¡Te han visto joder!

- Bueno - se encogió de hombros - me has pillado.

El muy capullo se estaba riendo en mis narices.

Había destrozado mi coche y ahora se estaba dando el lujo de reírse frente a mi.

- Tú y yo quedamos en darnos una tregua Taylor.

- Eso fue antes de que pegaras mi moto con una cuerda a un árbol y cuando fui a arrancarla me llevara el árbol por completo.

No pude evitar pensar en ese día y solté una carcajada.

Sin duda, una de las mejores bromas.