I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

21

TAYLOR

Sol, playa y las olas del mar rompiendo en la orilla.

Eso era lo que tenía justamente frente a mis ojos, y claro, a Nick con un bañador que le llegaba a la mitad de sus muslos. Estaba en la orilla; de pié, junto a su hermana y sabía que estaban hablando de mi por que el muy descarado no dejaba de mirarme y de sonreírme cada vez que tenía ocasión.

Y yo bueno, cada vez que hacia ese tipo de cosas, yo estaba un poco más jodido.

- ¿Han arreglado las cosas? - preguntó Cat.

Estaba sentada en una de las toallas de al lado, mirándome por debajo de sus gafas de sol y con una sonrisa que bien podría haber sido la de mi madre.

Joder, cuanto la echaba de menos en estos momentos.

- Nick vino a buscarme. Un Nick totalmente diferente al de anoche.

- Hablé con él Taylor, el fantasma del pasado de su padre no llega a superarlo.

- ¿Crees que alguna vez lo supere?

- Quiero creer que si - miró a Nick que seguía hablando con su hermana - pero no se que decirte...tiene miedo de ser como él y sobre todo, tiene miedo de que le hagan daño.

- Sabes que yo nunca le haría daño ¿verdad?

- Lo sé Taylor. Tú eres el único que puede recomponer todas las piezas rotas de Nick.

Yo podría ser esa persona con el tiempo, pero una cosa era querer serlo y otra muy diferente es que Nick me dejara estar en su vida para ayudarlo.

- ¿Y si no quiere tenerme en su vida?

- Nick es complicado, ya lo sabes. Pero confío en que sepa ver a alguien diferente en ti. Alguien que pueda llegar a quererlo como el se merece.

- Me gusta mucho Cat - lo miré de nuevo y como si estuviéramos conectados, Nick me miró de vuelta - o puede que desde hace tiempo sienta algo más por Nick.

- Siempre lo he sabido. Tus miradas disimuladas, tus bromas nunca eran tan pesadas como las de él. Cada vez que venias a casa con alguna excusa y lo único que hacías era buscarlo con la mirada.

- ¿Tanto se notaba que me gustaba?

- Eres como un libro abierto Taylor. Y los sentimientos llegan a un punto que son difíciles de ocultar.

Nick se acercó a nosotros completamente mojado de pies a cabeza y yo simplemente no podía despegar mis ojos de él.

Nick siempre me había parecido atractivo, pero cada día que pasaba con él lo veía diferente. Mucho más guapo, mucho más bonito como aquella vez le dije.

Tenía cabello castaño, ojos verdosos y mandíbula definida y no hablemos de sus labios. Unos labios gruesos que lo único que quería era besar. Y su cuerpo era un total espectáculo.

Un digno dios griego. Eso era Nick para mi.

- ¿Hablando mal de mí? - se sentó en mi toalla - podemos compartir toalla ¿no?