I Hate You || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

14

NICHOLAS

Llegamos hasta unas escaleras que tenía Taylor escondidas detrás de su jardín. Las cojemos y la ponemos debajo de la ventana de su habitación para llegar hasta allí arriba.

Una vez que entramos los dos al interior de la habitación nos miramos a los ojos y en menos de dos segundos ya estamos de nuevo juntos y besandonos con muchas más ganas de las que nos habiamos besado en su coche.
La ropa comenzó a estorbar de nuevo; mi cazadora voló a cualquier rincón de la habitación, la camisa de Taylor también, y con ello el resto de la ropa hasta que nos quedamos completamente desnudos.

- Tenía tantas ganas de esto - le dije con ambas manos en el rostro de Taylor mientras lo llevaba hasta la ventana que daba justamente al frente de la mia.

- ¿Cuántas ganas? - dejó la espalda apoyada en la ventana.

- La mismas ganas que he tenido siempre de partirte la cara por estar tan jodidamente bueno - junté nuestros pechos y nuestros cuerpos lo más que podía.

- Dios... - gimió cuando sintió mis labios en su cuello - eso son muchas ganas.

Dejé el rastro de besos en su cuello y me quedé de frente mirándolo.

- Exactamente; eso son muchas ganas.

Hice un camino de besos primero por ambas partes de su cuello, luego fui descendiendo mi boca por su pecho, por su abdomen, hasta llegar a su cintura y arrodillarme como tanto estaba deseando. Pero cuando menos lo esperé, Taylor me cogió del brazo, hizo que quedaramos de frente e hizo que apoyara ahora mi espalda en la ventana.

- ¿Qué haces?

- Esta vez me toca a mi - me dijo con una sonrisa - ¿tienes prisa esta noche?

- Nadie me espera en casa.

- Entonces haremos las cosas bien.

Al igual que yo hice hace un momento; Taylor me besó lento mientras introducía su lengua en mi boca. Besaba y mordía mis labios y a mi que hiciera eso me volvía completamente loco.
Antes de terminar con el beso, los dos abrimos los ojos y Taylor tiró de mi labio inferior.

Menudo beso tan caliente joder.

- ¿Quieres que siga bajando? - rozó nuestros labios - por que si no quieres...

Que capullo era. Si supiera las ganas que le tenía dejaría las bromas.

- Cállate la puta boca Taylor y sigue bajando.

Taylor obedeció y comenzó un camino de besos por todo mi cuerpo. Desde el lóbulo de mi oreja hasta la cintura en donde se arrodilló y me miró desde abajo con esas largas pestañas que desde que lo conocí había deseado verlas más de cerca.

- Maldito capullo - le dije cuando estaba tentandome con su boca - esas pestañas deberían de ser ilegales.

Taylor se lamió los labios y pasó su lengua por mi cintura y fue subiendo muy lentamente por mi abdomen y pecho hasta que llegó a la altura de mi boca.

- ¿Decias?

- Tus pestañas joder - las miré de más cerca - ni siquiera serán reales.