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Sam estaba impresionada, Enzo había subido rápidamente de peso y tenia el cuerpo demasiado definido, era adictivo para ella mirarlo pasear sin camisa en el apartamento de ambos.

Ambos platicaban ahora mientras Sam terminaba de editar algo del material que llevaba grabado para el detrás de cámaras.

—Entonces, ¿volviste a salir con Santana? —preguntó el chico.

Sinceramente sentía curiosidad pero no quería indagar mucho, porque algunas cosas le causaban cierta molestia.

—Fuimos a comer solamente, él ya tiene novia y hay alguien que me gusta a mi.

—¿Puedo saber quien es?

¿Como Sam le iba a decir que era el quien le gustaba? Simplemente no podía.

—Es un secreto. —arrugó la nariz. —Creo que pudieras saberlo.

El chico comenzó a pensar y no vino nadie a su mente mas que Pipe.

—Creo que puedo adivinar.

La chica se puso nerviosa.

—¿A si?

—Si, es Pipe.

—Muy lejano de la realidad Enzo. —la chica suspiro aliviada. —No me gustan menores que yo, siempre he pensado en que me gustan los chicos mayores.

—¿Por qué?

—Me gusta alguien mayor, un poco más frio, tomar el peso de sus hombros, merezco salir con alguien mayor.

—¿Kuku? —preguntó el chico.

—No Enzo, Kuku no me gusta. —dijo la chica y dejo de lado la computadora. —¿Qué harás mañana después de salir?

—Supongo que nada, ¿por qué?

—Tengo dos entradas para ir al museo de bellas artes de aquí, creí qué sería un buen plan ir juntos.

—¿Porque no invitas al chico que te gusta? —preguntó.

Si Enzo supiera.

—Porque quiero salir con un amigo, creo que hace falta que salgamos sin los demás chicos, igual si no quieres ir...

—Me encantaría ir contigo, pero si tenes la oportunidad de salir con...

—No sigas. —dijo la chica quitándose los lentes. —Solo es una salida.

—¿Cómo una cita? —miró a la chica.

—Una salida casual, pero tómala como gustes. —sonrió.

Bueno, desde el día de la playa, Enzo había cambiado con ella, había actitudes que a Sam le parecían extrañas y ya casi no compartían tiempo como amigos.

—¿Te dije que Sofi vendrá acá? —preguntó Enzo de la nada. —Pasará año nuevo conmigo.

—Creo que no.

La chica se puso de pie y dejó todo lo que hacía, necesitaba salir.

—¿A donde vas? —preguntó el chico.

—Debo de ir con Santana, quede en ayudarle hoy con su banda. —mintió pero era la manera más facil de poder salir de ahí.

—¿Querés que te acompañe?

—Nah, déjalo así. —tomo su chamarra y llaves. —Llegare, no se a que hora llegare pero, lo haré.

—¿Estas bien?

—Si, solo, lo había olvidado.

—¿Segura? Podes confiar en mi.

—Segura, debo irme.

don't bladme | enzo vongricicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora