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Había despertado primero, cargue a Sam a su habitación y la acoste en su cama, poniéndole la pijama y arropándola.

Acomodé su cabello y suspire.

¿Desde cuándo había comenzado a sentirse así? No lo sabía y me dolía lo que le pasaba, ella era de las personas más dedicadas en su trabajo, la primera que ayudaba a todos con sus cargas emocionales.

Era un sol en persona que, parecía ser más la luna, quien solo se dejaba ver realmente en las noches, y que al amanecer, palidecía y se volvía más transparente.

Prepare el desayuno, no era el mejor cocinero del mundo pero, sabía hacer panqueques y le haría unos a Sam.

Cuando estaba por terminar, la mire salir de su habitación tallándose los ojos.

—¿Qué hora es?

—Son las 3:15. —sonreí y la mire sentarse frente a la barra de la cocina. —Prepare panqueques, podes ponerles lo que gustes.

—Gracias. —sonrió y se amarro su cabello en una coleta y tallo su cara con las mangas de su gran sudadera. —Lamento lo de anoche.

—Esta bien, todos necesitamos ayuda de vez en cuando. —apague la estufa y la mire.

—Supongo, pero sinceramente no me gusta contar mis problemas porque siento que soy una molestia, lamento aburrirte y abrumar con mis pensamientos. —la mire concentrarse en su comida.

—Hey. —la llame y me miro. —Debes de saber que aquí estaré para entenderte, estaré a tu lado. —acomode unos mechones de cabello que estaban sobre su cara y sonreí. —Buscame, pregúntame, habla conmigo y yo haré lo posible por aliviar tu estrés, si es que puedo ayudar, siempre estaré a tu lado, Sam.

—Eres muy lindo Enzo. —sonrió y se puso de pie hasta llegar a donde yo estaba.

Ambos nos miramos fijamente y sonreí.

—Hola Mimi.

—Hola Enzo. —luego de eso, sus brazos se colocaron alrededor de mi cintura y su rostro se recargo en mi pecho. —Gracias, por todo.

—No hay de que. —la abrace y trace pequeñas figuras en su espalda.

Sami, era todo lo que estaba buscando en mi interior, aunque ella estuviera ocupada por alguien más.

Sami, era todo lo que estaba buscando en mi interior, aunque ella estuviera ocupada por alguien más

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—Aun no entiendo como es que siempre acepto venir con ustedes. —Sam sonrió mientras acomodaba su cabello lacio letras de sus orejas. —Un día no los acompañare y Bayona los regañara.

—Bueno gordis, disfruta un poco, la noche es joven y mañana tampoco laburamos, Jota nos ama porque ya será año nuevo y nos pondrá a grabar como esclavos.

—Yo los pondré a grabar como esclavos. —se río y me miro de reojo. —¿A ti te gusta rumbear?

—No es de mis cosas favoritas.

—Pero hoy lo hará con nosotros. —Simon se colgo de mis hombros. —Lo pondremos demasiado ebrio hasta que acepte su amor por nuestra Sami.

—Pero que dicen, solo somos amigos. —dije rápidamente.

—Ajá, repítelo hasta que tu mismo te lo creas.

Odiaba que tuviera una pizca de razón.

—Amorcito, ¿tu labial es indeleble? —Fran hablaba con Sam.

—Si, es que no me gusta que se corra o se caiga con facilidad, el labial rojo es importante si eres mujer y sales un día a bailar.

—Igual tu ropa es genial, deberías de usar mas de estos conjuntitos así muy girlie, te quedan de maravilla, en lugar de usar tus playeras de grupos rockeros.

—Es que, son cómodas para trabajar.

—Bueno beba, no trabajamos del diario, inténtalo más seguido, igual luces espectacular siempre.

—Eres un amor Fran.

—Eres un amor Fran

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—¡Amo esa canción!

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—¡Amo esa canción!

Sam comenzó a cantarla, ella se había sentado lejos de Enzo, quien solo podía voltear a mirarla cada tanto porque le parecía muy linda.

Se había sentado frente a él, pero cinco lugares a la derecha, no podía verla bien mientras ella hablaba con Matias, Juani y Fran.

—¡No me importa que usted sea mayor que yo! —se escuchó gritar a los cuatro cuando la canción comenzó a sonar.

—¿Lo ves? Le da igual que seas grande si te sirve de ayuda. —Estaban le dijo a Enzo.

—Eso no ayuda si no siente nada por mi.

—¿Y ya le preguntaste?

—No pero, ella sale con Pipe.

—Ay Enzo, si tu supieras. —dijo Esteban.

—¿Ya no salen? ¿Desde cuando?

—Terminaron en navidad. —dijo Simon. —Yo hable con Pipe y dijo que habían acordado andar en secreto un tiempo, pero terminaron porque Sam siente algo por alguien más. Posta Pipe la quiere y todo pero solo fue casi de que anduvieran un tiempo para que la olvidara como una conquista.

—¿Y tu como sabes todo eso?

—Porque todo me lo cuentan los dos, parece que soy psicológico ya, posta, piensa en lo que sientes por Sam, igual y pega algo, ocupas chamuyearla para que se de cuenta de que si siente algo por ti.

—Igual lo siente pero piensa que vos no, aplícate.

Enzo se limitó a escucharlos mientras seguía tomando su cerveza. Si seguía tomando de esa manera, pronto acabaría ebrio.

don't bladme | enzo vongricicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora