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Sam:

—¿Así que no te gusta flaca? —Matias hablaba conmigo mientras Enzo hablaba con los demás chicos.

—No lo se Mati, es que bueno, obviamente esta guapo y me a ayudado mucho últimamente pero, yo no creo que le guste yo, ¿sabes? No quiero arruinar nuestra amistad, además no creo que el sienta lo mismo.

Y no lo creía, siempre pintaba la linea entre ambos llamándome amiga y yo lo odiaba.

—Probemos algo, sabremos si le gustas o no en este momento. —se puso de pie y me jaló a su lado. —Veni, veni porque si no te haré un quilombo.

—¿Qué haces pibe? —reí cuando se puso a bailar.

—Baila conmigo y si te mira demasiado es por que le gustas flaca, confía en mi.

Luego comenzó a sonar reguetón viejo así que rápidamente Matias y yo comenzamos a cantar mientras bailábamos como la mayoría en ese lugar.

Tu me dejaste caer, pero ella me levantó
Llamale "poca mujer" pero ella me levantó
Pero ella me levantó.

Me tomo de la cintura mientras gritábamos las canciones a medida que bailábamos y las iban cambiando.

Bailando sola esta, no sabe
a que se va a enfrentar la pobre
Será un choque tan mortal
Que jamas podrá olvidarme a mi

El señor de la noche.
Soy mitad hombre mitad animal..

Mire a Enzo ponerse de pie y llegar hasta donde estaba yo.

—¿Qué haces chiquita, queres que te coma a besos? —sus manos se posaron en mi cintura, atrayéndome a su pecho.

—Yo...

—Dale, ¿por qué no vamos ya al apartamento? Estoy mega ebrio mujer y si seguís provocándome así, si te besaría aquí y ahora, porque justo en estos momentos no conozco la vergüenza.

—¿Es amenaza?

—Es la realidad flaca. —arrugó la nariz y me dio un beso esquimal. —Vamos.

—Vamos.

Mire a Matias quien estaba más que emocionado, al igual que los demás chicos que estaban en la mesa de aquel bar, que habían comenzado a silbar.

Dios santo, ¿en que momento se había emborrachado tanto para perder el miedo y pudor entre ambos?

—¿No tienes frío? Puedo darte mi campera.

—Esta bien Zozo, no hace tanto frío como en la montaña. —sonreí y me tomó de la mano.

—Creía que solo era Enzo para ti.

—Creí que sabias que eres más que Enzo para mi, flaco.

—¿Tenes más apodos para mi? —se detuvo de golpe haciendo que yo también lo hiciera. —Déjame oirlos. —tomo mi cara en sus manos.

—No son muchos. —acercó su rostro al mío.

—Vamos, decime y no le digo a nadie.

—Enzy, Enzu, Enzito, Zou, Enzozo, Zoen, ese es mi favorito seguido de Zozo, Zozo suena como Choso de jujutsu kaisen, la serie que veo últimamente.

—Eres tan linda. —sonrió y después me soltó para seguir caminando. —¿Por qué no me dijiste antes lo guapa que eras?

—Porque no lo soy.

—¿Comenzaremos de nuevo con esa baja autoestima nena? Creía que la habíamos dejado en el pasado.

Me quede en silencio y saque la cajetilla de cigarrillos.

don't bladme | enzo vongricicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora