CAPÍTULO 4

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Siento como mi corazón se comprime en mi interior después de haber salido de la prefectura. Escuchar a Madsen decir aquello me ha erizado la piel, ahora comprendo su falta de empatía, su poca tolerancia y su solitaria forma de ser, no cabe duda que es un chico que necesita ayuda.

Pareceré entrometida, pero me mueve el deseo de saber lo que le ha sucedido, ¿cómo pudo estar secuestrado por tantos años por su tío y cómo es que un sujeto de su propia sangre le ha causado tanto daño? Hay personas con la mente tan retorcida, aunque no es sólo eso, ahora que sé el porqué de su actitud, me encantaría acercarme a él para ofrecerle mi apoyo, bien podríamos ser amigos.

Sonrío con desgano ante mi último pensamiento, de cierta manera me duele el saber que ha cruzado por tanto, ninguna persona debería pasar por lo que él.

Por fin llego a mi salón justo cuando el timbre que anuncia el siguiente módulo suena, mi tía Valeria se encuentra levantado sus cosas del escritorio para darle paso al siguiente profesor.

—Me enviaste a la boca del lobo —me quejo en voz baja al acercarme a ella hasta su escritorio antes de ir por mi mochila.

Mi tía levanta un poco la mirada desatendiendo lo que guarda en su bolso para poder verme.

—Me han suspendido lo que resta del día y el día de mañana —me quejo.

—Pero no tuviste nada que ver con lo que ocurrió. Iré ha hablar con...

—Ha sido por el largo de mi falda —la interrumpo.

Ella baja la vista hasta mis piernas para cerciorarse de lo que digo y trata de disimular su sonrisa de burla. Achico los ojos a la espera de lo que dirá, mi tía es una tipáza, pero en ocasiones no puede evitar sacar a relucir su lado fastidioso.

—Es que eres una engreída —se acerca para susurrarme—. Te encanta presumirlas  —pellizca un lado de mi costilla haciéndome reír—.  No de balde traes loquito a Asher —sin disimular ve hacia él, volteo al tiempo que ella encontrándome con que también nos observa.

Un punto más para que crea que sigo interesada en él. Lo observo por varios segundos recordando cuando anduvimos juntos.

Asher es un tipo bastante caballeroso, dulce y cariñoso, me la pasaba estupendo a su lado; se supo ganar mi amor por él en cuestión de semanas, pero así también supo pulverizarlo al pintarme el cuerno con su hermanastra, ahora lo único que siento por él, es odio, es un idiota, jamás volvería con él aún así fuese el único hombre sobre la faz de la tierra, si de nosotros dependiera la subsistencia de la especie, prefería que nos extinguiéramos.

—Ese idiota sólo pretendía llevarme a su cama —respondo colérica— y moriré virgen si todos los tipos son como él.

—Sabes que en ocasiones dudo que todo lo que me dijiste sobre él sea cierto.

—O sea, ¿quieres decir que te mentí? Ese idiota me pintó el cuerno porque no me quise acostar con él, tía, tengo diecisiete, no tendré mi despertar sexual a esta edad para terminar como mi mamá, casada con un hombre que no ama, para divorciarse después y destruir una familia —me altero un poco.

Siento que me invade la rabia de sólo pensarlo, si mis padres hubiesen sido más cuidadosos a la hora de tener sexo causal siendo tan jóvenes, quizá yo no estaría aquí, pero tampoco hubiese pasado por el proceso de su divorcio, siendo la más afectada, porque era más que palpable que no se soportaban.

—Eh, Lluvia —mi tía toma mi mano—. Ellos lo intentaron por ustedes —toma mi mentón para regresar mi vista a la suya cuando la aparto de ella—, sabes que ambos las adoran y harían lo que fuese por ustedes.

MADSEN -Tres veces te amo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora