CAPÍTULO 25

168 35 48
                                    


LLUVIA

Observo a Madsen en tanto las enfermeras limpian sus fosas nasales, no deja de sangrar, aunque no es lo que me preocupa, porque sé que estará bien, lo que en realidad me mortifica es que lo expulsarán.

Un médico llega a la pequeña habitación dirigiéndose directamente hacia Madsen, observa y palpa su nariz, no escucho que él haga ruido alguno, es como si no le doliera, aunque con una nariz rota dudo que sea así.

Mi corazón se comprime imaginándose la razón de su falta de reacción al dolor, ha pasado por tanto que quizá su nariz rota para él sólo sea algo sin importancia.

—Si hay rotura —expresa el médico corroborando lo que ya imaginaba—, deben llevarte al hospital para que te hagan una cirugía...

—Tan sólo regrésala a su lugar —interrumpe Madsen.

—Es una rotura múltiple —le aclara el médico.

—Puedo con ello —insiste.

—Madsen —intervengo preocupada ante la barbaridad que propone.

—Tranquila, hermosa. No será la primera vez que me sucede —intenta sonreír para calmarme.

Corroboro con lo que dice que lo que he pensado es verdad, para mi chico oscuro una nariz rota es una simple herida sin importancia, me duele tanto que sea así. Fuerzo una sonrisa de vuelta.

—No haré eso —le hace saber el médico—, sería negligente de mi parte el hacerte caso, te colocaré tapones y consultas a un médico de tu confianza ya que al parecer no confías en mí, para que te haga...

El médico no ha finalizado sus indicaciones cuando Madsen lleva su mano a su nariz para que sea él quien haga lo que ha pedido, escucho un ligero chasquido y cierro los ojos a la vez que me tapo la boca.

Veo como sus dedos suben y bajan de su nariz como si palpara donde se encuentra la otra rotura, vuelve hacer lo mismo dejándome sorprendida por su valor.

—Puede cerciorarse antes de colocar la férula —expresa como si nada.

Me acerco para tomar su mano, no sé qué pensar de él o qué decirle, así que me quedo callada, le doy una semisorisa cuando voltea hacia mí. Él lleva mi mano hacia sus labios para depositar un beso.

El médico y las enfermeras se encargan de colocar los vendajes y la férula en tanto yo me encuentro aferrada a su mano, sólo noto como de vez en vez él arruga el ceño haciendo notorio que le duele.

Escucho la puerta abrirse de forma precipitada haciéndome voltear, son los padres de Madsen quienes llegan, Makela viene empalidecida, intento soltar la mano de Madsen para darles espacio, pero él me lo impide presionando más fuerte para evitar que me vaya.

—¿Qué te ocurrió, mi amor? —habla alterada al acercarse a él por el lado opuesto, acaricia su rostro.

Su padre se queda a un costado de Makela a la espera de una respuesta por parte de su hijo. Extiende su mano para tomar el brazo de Madsen, él parece más tranquilo, pero aún así, su rostro denota preocupación.

No me imagino el infierno que ambos pasaron mientras Madsen estuvo en la manos de ese enfermo que le hizo tanto daño.

—Estoy bien, mamá —expresa Madsen tratando de calmarlos.

Escucho la puerta abrirse nuevamente, veo hacia ella, son el director del nivel junto a uno de los prefectos los que se adentran.

Es el padre de Madsen quien se acerca a ellos después de saludan con cordialidad, él no se ve tan tranquilo como hace un momento, los padres de Madsen parecen ser muy sobreprotectores y los comprendo después de todo lo que él ha dicho que pasó durante años.

MADSEN -Tres veces te amo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora