-¿Y que, te vas a quedar a dormir conmigo? -pregunte con desdén a Belcebú.
-No me molestaría -dijo mientras caminaba hacia mi cama.
-¡NO! -me pare frente a él para impedir que se acercara a mi linda cama- no quiero que hechices mi cama.
No me había percatado de lo alto que era, tal vez media 1.90 o un poco más, me quede mirándole y observe sus facciones marcadas, labios finos y rosados, ojos de un tono rosado, cabello dorado y nariz respingada, muy atractivo para decir verdad.
Sus ojos me impactaron, muy sobre natural.
-¿Has terminado de admirarme? -cuestionó con su barbilla alzada.
-No te estaba mirando -negué- estaba planeando como sacarte de aquí.
-Ya te dije ángel, no puedes hasta que hagamos un trato.
Camine por la habitación ideando un plan. Tal vez si le echaba agua bendita o le ponía ajos se iría.
-No va a funcionar -di un salto cuando sentí su presencia muy cerca de mí.
-¿Qué? -cuestione ya que no entendía a que se refería.
-Nada de lo que pensaste hará que me vaya. -respondió con calma.
-A caso me leíste la mente. -me miro y asintió con una sonrisa burlesca.
-No puedes hacer eso -lo señale- respeta mi privacidad Belce.
-Esa bien, está bien -alzo las manos en señal de paz- lo siento ángel.
-No me llamo ángel -respondí hastiada.
-¿Ah no, entonces cómo? -pregunto mirándome fijamente.
-Gala -respondí sin más.
-Bonito nombre, pero prefiero llamarte ángel.
-Agh, ojalá te lleve el diablo -lo maldecí.
-Pues es mi padre, pero ya estoy grandecito para que me esté controlando -respondió con desinterés.
-Vete de mi casa Belce, o si no te echaré agua bendita -lo amenacé.
-Uuuh, eso me dejara un salpullido -me miro- eres un ángel, no puedes ser mala.
-Que no soy un ángel -le grite.
-Claro que lo eres, si eres creada por el que cuida los cielos -sonrió.
-Tonto -susurre- lárgate de mi casa, no lo vuelvo a repetir -le di la espalda frustrada.
-No tengo donde ir, puedo dormir debajo de tu cama -sugirió.
-No, no puedes, ve-te.
-¡Por satán, ángel! Yo te cuidare de los monstros que hay aquí -dijo con desespero.
-El único monstro que hay aquí eres tú-lo señale.
-Claro que no, en el armario hay un par- dijo mirando.
Debo admitir que, si me causo miedo, porque antes he escuchado ruidos raros venir de ahí, pero no podía dejar que él se quedará a dormir aquí, estaría dejando entrar a un demonio a mi casa, y yo soy de dios.
Pues ya lo dejaste entrar, me recordó mi conciencia.
-Bien -suspire- pero a la primera que me asustes o hagas algo contra mi te echaré agua bendita y te podre ajos.
-Uy que miedo -agito sus manos en el aire- no soy un vampiro ángel, el ajo no me hará efecto.
-Idiota -voltee los ojos.
-Al menos yo no invoque un demonio pensando que era un ángel guardián -se burló.
-Una más y te boto de mi casa -lo regañe.
-Lo siento -rio- ¿Dónde dormiré?
-En el armario, con tus amigas demonios.
-Bien, les diré que te dejen de molestar- me guiño un ojo- este es el libro de invocación.
-Sí, lo compraos en un Oxxo -explique.
-¿En un Oxxo, en serio? Obvio que esto no iba a funcionar -dijo mientras ojeaba el libro.
-Entonces, ¿Cómo fue que apareciste? -lo interrogue.
-Esto -me mostro la oración que debía repetir 5 veces- ¿Sabes lo que dice aquí?
-No.
-Es una adoración a mi padre -rio fuerte, su voz era atractiva y más cuando reía.
-Q-qué -solté incrédula.
-Pero no te preocupes, por surte no te toco un demonio come energías. -me miro con una sonrisa dulce- estas a salvo conmigo.
-¿En serio? No lo creo, sigues siendo un demonio.
-Pero uno del bueno. -me guiño un ojo y siguió caminando hasta el armario y antes de cerrar la puerta se volteó a verme.
-Sueña con... -se quedó pensando- ¿Con qué sueñas los mortales?
-Con los angelitos -respondí aguatándome una risa.
-Si eso, sueña con los angelitos -luego de eso cerró la puerta.
Que día, como era posible esto.
Me pase una mano por mi cabello, no podía creer que había hecho una oración para el mal. Tenía que contrale Maya en el lio que estaba metida.
No quería hacer un trato con un demonio, pero entonces sino lo hacía no podría desarme de él.
¡Capítulo número 3 a la orden! Recuerden que si les gusta la historia no olviden dejar su comentario y voto.
Los quiere
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Un ángel en apuros
RomanceGala es una chica que tiene muy mala suerte; Esa mala suerte la persigue las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. Ella intenta invocar a su ángel guardián pero termina invocado algo muy diferente. ¿Podrá Gala sobrevivir al apues...