Capítulo 29: Notas

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Camine en círculos alrededor de la fuente de la universidad, mis manos no dejaban de sudar

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Camine en círculos alrededor de la fuente de la universidad, mis manos no dejaban de sudar.

—Ángel basta, no tienes de que preocuparte vas a pasar con 8 las materias. —detuvo mi paso.

—Si Gala, ya me tienes de los nervios. —concordó mi mejor amiga mientras se pegaba más a su novio.

Aún me sorprendía que estuvieran tanto tiempo juntos.

—Ángel, todo estará bien. —Belcebú me dedico una sonrisa.

Suspire tratando de tranquilizarme.

—Esta bien. —tome asiento a un lado de Maya.

No podía volver a casa con mi madre, nuestra relación no era nada buena, ni si quiera s preocupo en todo este tiempo por si yo seguía con vida, ella solo llama para saber mis notas. «Mi hija no puede ser una burra sin futuro» decía siempre.

Sin darme cuenta ya me estaba mordiendo las uñas. Mi querido demonio guardián me agarro las manos para evitar que me hiciera daño en las cutículas.

—¿Ves el símbolo? —señalo nuestro símbolo del pacto.

—Sí. —mustie.

—Tu cumpliste con tu parte, ten por seguro que yo también cumplí con la mía, todo estará bien ángel, confía en mí. —su voz era como un tranquilizante para mis oídos.

—Sabes que siempre lo hago. —le sonreí.

—¡Ay el amor! —grito dramáticamente David, el novio de Maya.

—¿Verdad que se ven super lindos juntos? —le dijo a su novio.

—No más que nosotros mi caramelito. —comenzaron a besarse.

—Que asco. —dijimos Belcebú y yo al unísono.

—Si nosotros nos besáramos así no nos veríamos mal. —me susurro al oído.

Eso fue todo lo que necesite para ponerme roja como un tomate, sólo él sabia como ponerme así en segundos.

—Basta, ¿qué son esas confianzas? —dije tratando de imitar un tono serio.

—¿Ah sí? Dígame señorita Gala ¿qué son esas confianzas de besarme cuando se pone celosa? —su tono burlón no pasaba desapercibido.

—Queridos estudiantes, nos complace anunciarles que ya pueden entrar y ver sus notas. —dijo la secretaria por el altavoz.

Salvada por la campana.

Agarre la mano de mi mejor amiga para meternos a la universidad. Había un mural que se titulaba aprobados y otro decía reprobados.

—¿Debería buscar por los reprobados primero? —cuestioné.

David y Belcebú se posesionaron a nuestro lado.

Un ángel en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora