La primera carrera del día. Estaba en el gridwalk, observando a mí alrededor mientras resonaban las notas del himno nacional italiano. Permanecí junto a mi coche, que había logrado la pole position el día anterior, mientras Charles se colocaba detrás de mí. Ambos manteníamos una postura de respeto durante el himno, y cuando terminó, me giré hacia Charles, quien me dedicó una sonrisa reconfortante.
—Buena suerte, Ericka —me deseó, ayudándome a ajustar el casco antes de subirme al coche—. Te esperamos en la meta.
Agradecí su apoyo con una sonrisa, sintiendo esa oleada de energía que solo la amistad verdadera puede brindar en momentos como este. Mientras él se dirigía hacia el garaje del equipo para seguir la carrera desde allí, los ingenieros me dieron algunas indicaciones finales. Escuché atentamente, asintiendo para demostrar que entendía todo lo que necesitaba saber.
Después de las últimas instrucciones, cerraron las puertas del coche, dejándome a solas con mis pensamientos y emociones. Tomé un largo suspiro, concentrándome en la tarea que tenía por delante. A mi alrededor, las personas comenzaban a dispersarse, dirigiéndose hacia las gradas o los garajes. Los mecánicos sacaban los juegos de llantas de cada auto competidor, y los banners de Pole Position y Catch the Leader eran retirados frente a mi coche.
El momento que estábamos esperando había llegado. La bandera verde ondeó, y la vuelta de formación comenzó. Regresamos a la línea de salida, listos para el inicio del TCR Italian Festival. Las luces se apagaron, y con un rugido ensordecedor, comenzamos nuestra batalla en la pista, 14 vueltas por delante, llenas de emoción y desafíos.
A pesar de haber tenido un inicio prometedor, un pequeño error en el cambio de marchas me hizo perder algunas posiciones. Afortunadamente, el motor no se apagó, pero cuatro de mis compañeros me adelantaron rápidamente, incluido Norbert, quien lideraba la carrera, seguido de Mauricio y Vervisch.
—¡Maldición!
—¡Vamos, Ericka! ¡Tienes esto! —exclamó Nick a través del comunicador mientras luchaba por mantener la concentración en la pista.
—Lo sé, Nick. Solo... perdí el cambio, pero lo arreglaré —respondí con determinación, sintiendo la presión aumentar con cada curva que pasaba.
—Ten cuidado, el 111 está justo detrás tuyo —advirtió Nick, señalando el peligro inminente que se acercaba.
—Björk, ¿verdad? No me sorprende. Está buscando problemas —murmuré, preparándome para lo peor mientras nos aproximábamos a la próxima curva.
En la curva de Campagno, sentí ese leve toque en mi coche, confirmando mis sospechas.
—Te lo dije —le recordé a Nick con un suspiro resignado, anticipando el siguiente movimiento de Björk —Hijo de la chingada.
—Intenta mantenerlo a raya, Ericka. No queremos daños innecesarios —respondió Nick, aunque sabía que era más fácil decirlo que hacerlo.
En la siguiente curva, Soratte aprovechó el espacio que Vervisch dejó y me adelantó. Ahora era Vervisch quien se ocuparía de Björk, mientras yo trataba de recuperar terreno.
—Discúlpame Vervisch, pero ahora es todo tuyo.
Con siete vueltas por delante, recibí la noticia de que Vervisch había tenido un percance.
—Puedes adelantar a Mauricio, Ericka. El jefe quiere que ganes esta carrera —insistió Nick, intentando convencerme de aprovechar la oportunidad.
—No, Nick. Estoy bien así. Si hacemos el triplete en el orden en que estamos, es suficiente —respondí, firme en mi decisión a pesar de la presión que sentía.
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Un Corazón con Motor
ChickLit"La velocidad es mi marcapaso" Ericka de los Ángeles Sainz Vázquez de Castro; hija del legendario piloto de rally Carlos Sainz, y hermana melliza del reconocido piloto de Fórmula 1, Carlos Sainz Jr y piloto de turismo Ericka ha atravesado incontable...