Un Corazón con Motor

XXV.- Después de Tanto

Los últimos minutos de la Q2 en Spa-Francorchamps estaban llenos de adrenalina. Mi corazón latía con fuerza mientras manejaba con determinación, sintiendo la conexión entre el coche y la pista. Las curvas de Spa eran desafiantes, pero conocía cada rincón de ese circuito.

—Sigue con ese ritmo —escuché la voz de mi ingeniero por la radio, y una sonrisa se formó en mi rostro. Sabía que estábamos haciendo un buen trabajo.

—Entendido, vamos por más —respondí, enfocada en cada movimiento, cada cambio de marcha.

La competencia en el TCR World Tour 2023 era intensa, y cada punto contaba. Estar de vuelta en la pista después de meses de espera era una sensación indescriptible. Aunque no era la Fórmula 1, cada carrera tenía su propia emoción y desafíos.

La Q2 estaba llegando a su fin, y estaba decidida a mostrar de lo que era capaz. La presión era intensa, pero la adrenalina y la emoción eran aún mayores. Sabía que cada detalle contaba para clasificar en una buena posición.

La recta de Kemmel se abría ante mí, y aceleré al máximo, sintiendo la potencia del coche. Las chicanes, siempre desafiantes, se interponían en mi camino, pero con cada maniobra, me acercaba más a la meta.

—Últimos dos minutos, Ericka. Mantén el ritmo. Puedes conseguirlo. —informó mi ingeniero, y una mezcla de emoción y concentración se apoderó de mí.

—Vamos por ella —conteste.

Mis manos sujetaban el volante con determinación mientras enfrentaba la famosa curva de Eau Rouge. La gravedad parecía desaparecer por un momento, y luego, con un cambio rápido de dirección, me lanzaba cuesta arriba. Cada vuelta en Spa era un recordatorio de la magia y la complejidad de este circuito.

—Ericka, eres la más rápida en este sector. Mantén el ritmo.

La emoción se mezclaba con la concentración mientras completaba la última parte de la vuelta. Cada curva, cada frenada, era una danza controlada entre velocidad y precisión.

—¡Tiempo! —anunciaron por la radio.

Cruzando la línea de meta, sentí la satisfacción de haber dado lo mejor de mí. Mis pulsaciones eran altas mientras esperaba los resultados finales.

—¿Lo conseguimos? —pregunto emocionada

—¡P1! ¡Bien hecho, Ericka! Primer lugar —exclamó mi ingeniero, y no pude contener la alegría.

—¡Sí! ¡Vamos por esa victoria en la carrera! —respondí, sintiendo la euforia por el rendimiento del equipo y por estar de nuevo en la cima.

Salí del coche con una mezcla de satisfacción y alivio. La temporada apenas comenzaba, pero empezar con el pie derecho en Spa-Francorchamps era un impulso invaluable.

—¡Gran trabajo, equipo! ¡Estamos de vuelta en acción! —grité por el radio mientras me dirigía al box.

La competencia en el TCR World Tour sería feroz, pero este día en Spa-Francorchamps había demostrado que nuestro equipo estaba listo para enfrentar cualquier desafío. Con 15 puntos en mi cuenta y la mirada puesta en la primera y la segunda carrera, la temporada prometía ser emocionante.

Después de bajarme del coche, caminé hacia el box con una sonrisa que no podía quitarme del rostro. El equipo me felicitaba mientras me dirigía a la zona donde estaban los ingenieros y Mauricio, mi compañero de equipo.

—¡Ericka, increíble vuelta! —gritó Mauricio, dándome una palmada en la espalda.

El había quedado quinto en la línea de salida.