Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)

Capítulo: 2

Lena.

Dos semanas se fueron sin darme cuenta mientras trabajaba en la cafetería y ahorraba para al fin poder alquilar el almacén perfecto para montar mi escuela de danza.

Mi cuerpo está exhausto pero feliz porque cada vez me va mejor y las propinas me ayudan a suplir mis demás necesidades.

Ya finalizada mi faena de hoy me cambio en el baño de damas, volviendo a colocar mi vestido floreado con mis zapatillas blancas.

Dejo mi caballo atado en una coleta desgarbada sin poner una gota de maquillaje en mi rostro.

Soy muy básica con respecto al maquillaje. Osea que solo uso polvo compacto, rubor y brillo labial.

En estos momentos me estoy dirigiendo a la plaza porque al parecer en este pueblo le gusta celebrar los cambios de estaciones del clima, y en esta ocasión le toca a la primavera ser elogiada.

La Flores, el olor a cálido y húmedo me recorre la piel y me hace sonreír.

Ya estando en el medio de la plaza donde las farolas y las luces decoraban el sitio dándole un estilo alegre y campestre como su esencia misma.

Sonrío emocionada al ver a mis amigas comiendo y otras bailando.

Así que voy hacia ellas con una enorme sonrisa.

Annie luce un ajustado vestido rosa palo con flores de colores con unas zapatillas blancas y sus largas cabellera rubia suelta lisa hasta la cintura.

Y su fino rostro con un maquillaje simple pero que la hace ver espectacular.

La abrazo con fuerza para también hacer lo mismo con Erika quien es mi otra amiga, solo que ella trabaja en la biblioteca del pueblo.

La conocí cuando estaba buscando locales para alquilar. Las dos tropezamos.

Y desde ese momento nos hicimos amigas.

Las tres nos dirigimos hacia la especie de barra donde un sexy bartender servía bebidas de todo tipo.

Yo pedí una cerveza al igual que las chicas para sentarnos en los taburetes de la barra.

Hablamos de cualquier tontería cuando oigo que Annie suspira.

Aay Nooo...El cacas de Dominik está aquí. Solo espero que él se fije en otra chica.

Por el bien de Annie eso espero.

Me alivio cuando pasa cerca de nosotras y se sienta en una de las mesas donde un par de chicas le sonreían coquetas.

Noto que Annie pone gesto de tristeza, pero prefiero eso a que llore con el corazón roto.

Ese hombre no le conviene.

Para animarla la obligo a levantarse para ir conmigo a bailar esa música country.

Al no saber cómo se baila simplemente hago payadas que nos saca risas divertidas.

Eso era lo que quería.

Saltamos, gritamos y nos abrazamos. También se nos une Erika que nos imita.

Para ver cómo un vaquero castaño la toma del brazo girandola para bailar con ella.

Al parecer ella lo conoce porque le sonríe y se apega a él.

Bien por Erika.

Mientras tanto Annie y yo seguimos con nuestra algarabía cuando de la nada siento que una mirada penetrante me quema la espalda.

Que rayos.

Doy una barrida con la mirada para hallar en una mesa solitaria al dueño del Pueblo.

Al petulante Alejandro Cáceres.