Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)

Capítulo: 10

                              Annie.

Varias semanas se habían pasado desde que mi familia me echó de casa y que mi mejor amiga, casi hermana me recibió en la suya sin ningún tipo de pega.

Me duele que mi propia sangre me halla tratado así cuando en la actualidad es normal que una mujer salga embarazada y que sea madre soltera.

Por eso odio este estúpido pueblo chapado a la antigua

Muchas veces me he topado con Troy pero este me ignora y eso duele más que un golpe de su parte.

Mi madre María y mi padre Octavio son peores porque solo se enfocaron en Sofía y me olvidaron.

No sé si algún día dejará de doler.

También me preocupa como vaya a reaccionar el desgraciado de Dominik que es lamentablemente el padre de mi bebé.

Tengo que buscarlo y hablar con él.

Sé de antemano que no será algo bueno, lo presiento.

Suspiro hondo porque no debo alterar me ahora que me dieron el visto bueno para volver a trabajar.

Tengo que ayudar con los gastos a Lena que no se, algo la molesta y está triste pero no me ha contado nada.

Así que le tendré paciencia, y cuando se sienta lista me dirá.

Salgo de casa para dirigirme hacia el restaurante de Doña Rosa pero enseguida me tenso al ver a las viejas chismosas del pueblo.

Por una parte me alivia saber que dejaron de hablar mal de mi amiga Lena quien solo me ha ayudado.

Lo malo es que ahora no dejan de hablar pestes de mi.

De zorra no me bajan.

Trato que no me afecte, solo que es difícil porque las hormonas del embarazo me traen inquieta.

Alzo mi mentón porque tampoco me avergüenzo porque un error así le puede pasar a cualquiera.

Por lo que paso por el lado de ese séquito del mal.

Lo que no ví venir fue que una de ellas halla sido capaz de coger una piedra para lanzarme la.

Y la misma me da en la cabeza, lo que me aturde acabando en el suelo sintiendo que un líquido espeso sale de la parte trasera de mi cabeza.

__¡Eso te mereces por furcia, pecadora y mala reputación!

__Verborrea la voz rabiosa de una de las mujeres con ahínco.

__¿¡Pero que mierda!? ¿¡Están locas!?
Annie, mírame estarás bien. Te llevaré al hospital.

__Se oye la voz cabreada del Sheriff que se acerca corriendo a la joven tirada en el suelo.

__Ay me duele la cabeza, pero me preocupa más mi bebé.

__Digo aterrada aún sintiendo como la sangre cae de mi cabeza.

Empiezo a ver borroso y me siento débil por lo que me desmayo justo cuando el Sheriff Fabián me alza en brazos.....

Me remuevo incómoda en lo que parece una cama algo dura logrando por fin abrir mis ojos, lo cuales parpadeo hasta poder enfocar bien.

Joder, otra vez estoy en el hospital.

Y al recordar porque, una rabia me azota por entero.

Ya no más, no voy a permitir que me sigan tratando así.

Esas mujeres me las van a pagar. Sé acabó la Annie buena que se deja de todo el mundo como una mártir.

El medico que me atendió entra a la habitación para sonreírme y yo le devuelvo el gesto aunque creo que solo fue una mueca ya que este me mira con lastima.