Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)

Capítulo: 33

Etapa Final.....

                                Lena.

Forcejeo todo lo que puedo mientras trato de liberarme de las garras del maldito que creí que jamás lo volvería a ver y que ahora me está arrastrando quien sabe a dónde entre las tierras de Alejandro.

Rogando que la señora Diana esté bien y que le halla ido a avisar a su hijo de lo que me pasó.

Joder por más que intento soltarme, él aprieta más su agarre en mi brazo y la verdad ya estoy sintiendo que casi me la va a partir quedando un feo moretón.

Miro a mi alrededor esperanzada de que algún trabajador esté por ahí pero lastimosamente todos están en su hora de almuerzo.

Maldita sea.

Solo que al tropezar me con una piedra me enojo más para gritarle:

__Maldición Dominik, ¿¡quieres parar esta locura!? Sabes que Alejandro te matará cuando te encuentre.

<<Mejor deberías irte lejos para mantener a salvo de su ira>>

Al parecer toqué una fibra sensible de todo lo que le he gritado en todo el camino porque frena de golpe y casi me caigo al chocar con su cuerpo grande y este se gira para tomarme de la garganta con una de sus manos y apretar con fuerza.

Eso me quita el aire e inmediatamente pongo mis manos desesperadamente para liberarme pero es imposible.

__Por tu maldita culpa el Patrón me convirtió en este Don nadie que no tiene dónde caerse muerto...¡Mi familia que siempre ha sido rica cayó en la jodida pobreza gracias las órdenes de él!

__Brama Dominik furico para soltar de un empujón a la Morena que cae al suelo tosiendo.

Yo solo lo miro aterrada en busca de aire, intentando levantarme para huir  pero el desgraciado me vuelve a agarrar.

Esta vez me toma del caballo y me arrastra yo jadeo de dolor pataleando por liberarme.

Dios mío me va a matar.

Llegamos a lo que parece un claro donde me lanza otra vez a la tierra donde caigo de culo para ver con horror que se desabrocha el cinturón.

No.

Primero muerta.

__Antes de matarte, te disfrutaré...No puedo pasar por alto lo hermosa que eres Citadina.

__Dice el tipo con una sonrisa pervertida para ir hacia la joven que se levanta y corre en dirección contraria.

Corro lo más rápido que mis cortas piernas me lo permiten pero no me sirve de nada porque igual me atrapa y me tira a la tierra donde no solo doy un jadeo dolorido sino que todo el aire me abandona porque él deja caer todo su peso en mi.

Eso irremediablemente me inmoviliza.

Desgraciadamente soy una mujer pequeña y él es alto y corpulento.

Lucho con uñas y dientes y eso parece divertirlo.

Maldito.

Dios mío me va a violar.

¿Alejandro dónde estás?