Capítulo: 17

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Semanas después....

                                Lena.

Estás semanas han sido plagadas de mucho trabajo y es algo que me tiene fascinada porque mi pequeña escuela está funcionando bien y dándome ganancias que me ayudan a hacerle crecer sin problemas.

También porque contraté a un joven talentoso que es muy atento y dulce con los niños.

Entre Manu y Annie se cuese algo pero muy a fuego lento y no los presionaré a preguntas aunque me pique la curiosidad.

Concentrando me en mi escuela, estamos preparando nuestra primera presentación y me siento ansiosa y nerviosa pero aún falta tiempo.

Ya que primero debemos elegir de manera justa una protagonista y al villano para que la obra empiece, y así luego se escoge los bailarines secundarios.

Eso a Manu y a mi nos trae atrariados como emocionados.

Mi Campuruso y yo apenas y tenemos tiempo para vernos porque ambos estamos a tope de trabajo.

Y la verdad es que lo extraño un mundo.

Él suele visitarme un rato en mi departamento pero se va a la media hora porque sus negocios lo necesitan.

Y lo entiendo Alejandro tiene muchos negocios con su ganado y exportación de caballos pura sangre.

Y me alegro mucho por él.

Supe en una de nuestras pláticas que es un jinete de monta de toros y eso no me impresionó pero si me asustó porque las montas de esos poderosos animales está cerca y me da terror que le pase algo a mi Campuruso.

Aún con aprehensión lo apoyaré en todo lo que él emprenda porque es parte de su vida y lo que ama.

También supe que mi suegra Diana Cáceres está en la hacienda pero aún no la conozco.

Pero ansio conocerle y talvez llegar a ser buenas amigas.

Suelto un suspiro mientras bailo sola en el medio de mi inmenso salón en al escuela.

Doy giros, saltos elevando mis piernas y brazos a la par que danzo con sentimiento, el mismo sentimiento que he tenido desde que aprendí este arte tan mágico.

La música suave solo es un acompañante de mis sentimientos y ese fuego que me recorre al bailar.

Me detengo cuando la música para y termino en una pose inclinada para sobresaltar me al oír que alguien me aplaude, girándome rápidamente.

Y ahí lo veo tan alto e imponente vistiendo su típico jean negro descolorido, una camiseta a cuadros azules y blancas, botas montañeras, y su infaltable sombrero vaquero blanco.

Sus ojos azules me miran con dulzura y amor, pero también con un hambre que me seca la boca.

Y lo entiendo porque estoy sudada, enfundada en un ajustado traje de bailarina y un tutú rosa junto con unas zapatillas de ballet.

Tengo recogido mi largo cabello azabache en un rodete y sin una gota de maquillaje.

Aún respiro agitada por mi baile aunque se perfectamente que en parte es por esa abrazadora mirada de depredador que me da mi Ranchero.

Aguanto la respiración mientras él camina a paso lento hacia mí y yo echo mi cuello hacia tras porque el condenado mide metro noventa de músculos definidos.

Muerdo mi labio inferior ansiosa de lo que él planea para mí.

Y sin duda que no me veo venir como él me alza con un brazo pegando mi pequeño cuerpo contra el espejo a nuestra espalda y yo enrollo mis piernas en su estrecha cintura.

Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora