Capítulo: 13

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                               Lena.

Luego de dos días por fin me dieron el alta porque todos los exámenes salieron perfectos así que ahora estoy en mi departamento ya que debía guardar reposo por un par de semanas más.

Cosa que no me gusta mucho.

Pero es algo que debo hacer solo que lo malo es que al estar de reposo mi escuela estará cerrada.

Tengo que contratar personal para cuando pasen este tipo de cosas.

Publicaré un anuncio por las redes para ver quién se postula.

Tiene que ser alguien que no le importe mudarse a este pueblo.

Suelto un suspiro de aburrimiento porque no tengo nada de que hacer.

Pensé que luego de semejante declaración de parte del Campuruso no tendría reparo en venir a verme más seguido pero me equivoqué.

Él es un hombre ocupado dueño del pueblo entero. Sé que habrá veces que su trabajo lo envuelva.

También acepto para mí misma que me gustaría ser lo primordial para él.

Y tengo que resignarme que si tendré una relación con él debo compartirlo con el pueblo.

Eso último no me gusta nada pero que se le hace.

Me gusta Alejandro y la verdad no sé cómo vayamos a encaminar esto.

Para despejar la mente decido darme una vuelta por la cafetería de Doña Rosa donde está mi mejor amiga Annie.

Así que me cambio de ropa por un jean negros, botas montañeras una blusa rosa junto con una camiseta a cuadros rosada que me amarro a la altura de mi ombligo.

Recojo mi larga melena azabache en una coleta para salir de mi departamento rumbo a la cafetería.

Mientras camino miro a los lugareños ir y venir con energía y ni se diga de los niños.

Son un derroche de alegría.

Entre ellos están las viejas metiches, y noto que las mismas señoras que dañaron a Annie hace una semana no hallan aprendido la lección.

Joder hay personas terca y de mente cerrada.

Solo viven para el chisme. Estoy segura que ellas saben todo el daño que hacen al regar un comentario que adornan con más detalles de lo que realmente ocurrió.

Paso por su lado ignorando a ese séquito de mujeres sin oficio.

Sonrío cuando veo a la cafetería a lo lejos solo que un apuesto Sheriff se me atraviesa deteniendo me lo que me hace fruncir el ceño porque desde que estuve en el hospital no le ví más.

__¿Me regalas un minuto de tu tiempo?

__Solicita Fabián tenso ante una sorprendida Morena que muerde su labio inferior.

Logrando con eso que el oficial mire ese gesto con ganas.

__Eeh, si claro vamos a hablar en la cafetería.

__Accedo intrigada para dirigirme a la cafetería con el Sheriff siguiendo mis pasos con parsimonia.

Ya dentro saludo a mis antiguos compañeros y sonrío al ver a Annie con un delantal que no oculta el crecimiento de su pequeña pancita.

Se ve radiante.

Fabián y yo nos sentamos en una mesa alejada de la multitud para luego ordenar un par de cafés que al poco rato nos traen.

Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora