Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)

Capítulo: 28

                         Alejandro.

Miro de reojo como mi mujer duerme sentada en el copiloto a mi lado mientras manejo de regreso al pueblo sintiéndome pleno otra vez porque de nuevo la tengo en mi vida.

Los días que estuvimos separados me dí cuenta lo indispensable que esa pequeña mujercita se ha vuelto para mí, y eso me causa tanto asombro como miedo porque si algo pasa y nos alejamos yo sufriría más de lo que sufrí este tiempo sin ella.

Lena Crafor se ha convertido en mi más grande fortaleza y debilidad.

Un calor agradable me recorre entero al recordar la manera tan sublime que nos entregamos anoche.

Sin duda fue una estupenda reconciliación.

Aprieto las manos en el volante al darme cuenta de las ojeras que tiene sus lindos ojos verdes-amarronizados y se que es por culpa de ese maldito juicio fraudulento.

Y juro por lo más sagrado que haré pagar a esa familia que cree que por tener dinero puede pisotear a quien quieran.

Pero se toparon con pared porque yo también soy de dinero y lo usaré para hundir los.

Si fuera otra persona, no me involucraría, pero se trata de mi Fuereña y lo mucho que le afecta saber que sus padres no tendrán la justicia que merecen.

Por eso yo personalmente me encargaré de hundir a esa familia, y sé que metiendo preso a su hijito los acabaré rápidamente.

Anoche cuando Lena se quedó dormida luego de entregarnos por tercera vez, llamé a Claudio, mi amigo y abogado para que moviera nuestros contactos.

A más tardar en un par de meses quiero a ese chiquillo refundido en la cárcel sin poder salir.

Ya casi llegamos al pueblo y me siento algo cansado porque manejar por más de cuatro horas no es cosa fácil.

Media hora más tarde estamos ingresando al pueblo, pisan las cinco de la tarde y nosotros salimos a diez de la mañana.

Sí, fueron unas cuantas horas.

Enseguida las chismosas del pueblo nos miran con curiosidad y yo trato de no rodar mis ojos.

Tengo claro que regarán que llegué con mi mujer dormida y quién sabe que más inventarán.

Giro el volante para dirigirme a la casa de mi Fuereña para alzar ambas cejas sorprendido de ver a la amiga de Lena, creo que se llama Annie, la cual se está dando un zendo beso con el empleado de mi mujer.

Ese que semanas atrás quería molerlo a golpes.

Ahora que sé que él no es un peligro me relajo. Sueno la bocina, y me arrepiento porque eso provoca que mi Fuereña se despierte sobresaltada.

A la vez que la pareja que se besaba apoyados en la puerta de la casa se aparten mirándonos avergonzados.

__¡Lena! Que bueno que regresaste.

__Chilla la Rubia emocionada, dando un par de pasos hacia la aludida que salía de la camioneta

__Hola, Annie...Ya no tengo nada que me ate a mi antiguo hogar. Aquí tengo a mi nueva familia.

__Dice Lena tajante, mirando de sus amigos a su novio que la mira emocionado.

__Bienvenida Lena, Yoo...Me tengo que ir. Nos vemos amor.

__Enuncia Manuel inquieto para darle un rápido beso en los labios de su novia y se va casi que corriendo.

__Guaoo, te lo tenías bien guardado pícara. Me lo contarás todo.